En estos días se encuentra uno por la calle con unas señoras mayores desnudas en gigantescos "posters" en las paradas de autobuses y carteleras urbanas. Me encantan. Tienen sus años. ¿60? ¿70? Da igual. Y algunas entradas en carnes. Y luciendo las manchas en sus manos, las arrugas, los gorditos, "michelines" y "cartucheras", y espléndidas sonrisas y brillo en la mirada. Aunque no deja de ser una campaña publicitaria, Dove, la compañía de cosméticos, aboga por la belleza real, por mujeres reales, de carne y hueso, como la madre, o la suegra o la tía de cualquiera. Como la señora de la frutería o la secretaria de la oficina. No son modelos de pasarela. Son modelos de mujeres felices con su cuerpo, con el que tienen, con el que se mueven, trabajan, sueñan, aman.
Recuerdo ahora observaciones de mi madre cuando veía en la tele los anuncios de productos de belleza, los antiarrugas, con modelos menores de 30 años. Decía: ¿Cuándo harán los anuncios con mujeres con arrugas, o líneas de expresión y no con modelos que no conocen una imperfección?
Aunque la campaña venda productos, como cualquier otra, lo que me gusta de ella es que el mensaje de fondo está en esas mujeres, bellas sin duda, liberadas de retoque de las "corporaciones dermoestéticas", del laser y del photoshop.
Me queda una pregunta: ¿Y qué del cuerpo masculino?
En realidad todos somos un poco irreales o más bien vivimos en un sueño irreal continuo. A todos nos gustan las personas bellas y con buen tipo pero cuando hacemos un pequeño examen de conciencia y sobretodo nos miramos en el espejo, nos damos cuenta, que esos anuncios que vemos por la calle, están muy bien. Que sería de este mundo, tan fragil, en el que vivimos si un buen día todos nos sacaramos la venda de los ojos y dijeramos en voz alta lo que en realidad nos gusta. Bastarian unos minutos para no reconocernos los unos a los otros...
ResponderEliminarYo insisto en que lo irreal es la mujer de pasarela, la de la revista de modas...y nos hemos creído esa falsa imagen. Por eso me gusta esta campaña de Dove, porque los seres humanos somos como somos. Sería horrible que fuésemos todos iguales, como maniquíes hechos en serie. Recuerdo también una campaña publicitaria: Las supermodelos son 10 mujeres! O sea que las "distintas" y "raras" son ellas. Las demás son las reales.
ResponderEliminarPasamos tan fugazmente por la vida, que de niñas de porcelana, con la piel tersa nos tornamos con la serie de imperfecciones que no son más que las cicatrices que nos va dejando la vida al pasar por ella, nuestras heridas de guerra con las cuales tenemos que aprender a vivir, antes de irnos de este mundo. Muchos besos para ti
ResponderEliminarLa gente interesante -y especialmente las mujeres, desde mi particular punto de vista- gana atractivo con los años, y eso se le nota en la mirada y se le nota en la cara y se le nota en el gesto. Y, como nos demuestras, da muy bien en las fotos -aunque no debe de servir como reclamo para vender; pues vale.
ResponderEliminarPor eso a tu pregunta sobre el cuerpo masculino me atrevo a responderte que están esperando a que nos caigan unos cuantos años más encima, que entonces ya estaremos arrebatadores de verdad (mejorando lo presente).
;-)
Saludos imponentes.
y esto dijo Ana María Matute, una joven de 82 años:
ResponderEliminar"Tengo la suerte de ser consciente de mi edad. No quiero ser Sara Montiel. Me ha costado tantos años conseguir estas arrugas. Cómo voy a quitármelas!