Me someteré a largas horas de viaje: Un autobús a Madrid en la madrugada, un avión a París, otro a Bogotá y un tercero a Medellín, para darme esos gustos. El primero, abrazar a mi madre, que aún no he decidido cuándo decirle que llegaré a casa. Cenar con ella en un buen restaurante y desatrasarnos de historias locales y nacionales, y contarle tantas vivencias gratas (y otras no tanto) en España. Luego, Nico, mi amigo del alma, confidente y hermano elegido, con quien nos debemos largas conversaciones. Y por supuesto, la familia, los viejos amigos y los nuevos.
martes, 24 de febrero de 2009
Me voy de viaje
Me someteré a largas horas de viaje: Un autobús a Madrid en la madrugada, un avión a París, otro a Bogotá y un tercero a Medellín, para darme esos gustos. El primero, abrazar a mi madre, que aún no he decidido cuándo decirle que llegaré a casa. Cenar con ella en un buen restaurante y desatrasarnos de historias locales y nacionales, y contarle tantas vivencias gratas (y otras no tanto) en España. Luego, Nico, mi amigo del alma, confidente y hermano elegido, con quien nos debemos largas conversaciones. Y por supuesto, la familia, los viejos amigos y los nuevos.
miércoles, 18 de febrero de 2009
lunes, 16 de febrero de 2009
Para ti, claro que sí. (Nada personal)
domingo, 15 de febrero de 2009
¿Desodorantes?
las bailarinas brillan".
(Escuchado en la radio a una bailarina -bailaora- de flamenco).
sábado, 14 de febrero de 2009
Sería Fantástico (¡Del Putas!)
Que los consejos que uno le da a otros los escuchara uno mismo.
Que el último beso despertara lo misma pasión que el primero.
Aprender a ser buen hijo... antes de tener los propios.
Que a uno le dieran ganas de hacer el amor al mismo tiempo que a la compañera. ¡Y viceversa!
Que después de emparejarse uno empezara a ver al resto del mundo feo y cursi.
Que los sueños fueran lo que se vive despierto y la realidad fuera lo que soñamos.
Que el miedo, las mariposas en el estómago, los nudos en la garganta y las manos sudorosas empezaran justo después de una larga relación.
Que los animales de vez en cuando pudieran dar su opinión sobre nosotros.
Que uno tuviera el sentido del tacto en la mirada.
Que la palabra destino solo tuviera el significado que le dan las agencias de viajes.
Que la edad no fuera proporcional a las responsabilidades.
Que solo existiera el cáncer en el horóscopo.
Que las manchas de la conciencia salieran con Fab.
Poder sentir físicamente el orgasmo del otro.
Que después de una larga noche de pasión uno se levantara sin lagañas y con aliento de bebé.
Que la primera vez se le atribuyera al que mejor lo hizo.
Que a uno le hicieran todo lo que uno le quiere hacer a los demás.
Que la reversa tuviera cinco cambios.
Que las palmaditas en la espalda se pudieran consignar en el banco.
Que jubilarse fuera llenarse de júbilo.
No haber gastado todas las lágrimas cuando niño.
Una piedra en el zapato
Un diente adolorido.
Que se desborde el agua del inodoro.
Morderse la lengua.
Los cobros judiciales.
La eyaculación precoz.
Pegarse con el borde de la cama en el dedo chiquito del pié.
Sentarse en un chicle.
La infidelidad de la pareja o que lo encuentren ''infraganti''.
viernes, 13 de febrero de 2009
Historia de San Valentín
Los restos mortales de San Valentín se conservan actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero se celebra en dicho templo, una acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.
jueves, 12 de febrero de 2009
Pienso en vos
Pienso en Vos
Yo trabajo y pienso en vos
miércoles, 11 de febrero de 2009
A veces llegan cartas (12): Un mes y siete dìas después
Quizás no valga la pena contar los días que has estado realmente aquí, conmigo. Cualquier comparación resultaría inútil, si se trata de tí. Apareces y desapareces. Tu mundo es inalcanzable, incompresible o impenetrable. Juegas al acertijo. Y esta vez no quiero adivinar.
¡Me rindo! Así, simplemente. me bastó verte hoy para entender que la ilusión desapareció. te encargaste de correr el velo que habías puesto delante tuyo. A ti sólo te importa regodearte con un "Dios mío Santo, qué malo soy" y a mí eso no me va.
¿Sabes? Yo ya no estoy para ser un ovillo de lana que un agraciado gatito enreda y enreda, hala y deja, para volver a enredar un rato después. Afortunadamente, tengo la suficiente fuerza de carácter para comprender que lo mío no es recibido, que lo que tengo par ofrecer -y ofrecí- no ha sido tomado en cuenta.
Después de un tiempo he podido tomar la decisión, clara y definitiva, de no lucharte. Alguien decía que las batallas contra las mujeres o contra el Amor son luchas perdidas. En realidad, esta no es una lucha perdida porque no la libré como hubiera querido. Pero no lo hice porque tú y nadie más que tú me enseñó que no valía la pena tomarse el esfuerzo.
¿Qué sentido tuvo el buscarte, el llamarte, el querer que permanecieras conmigo, si tú realmente no lo querías? Pienso que de haber logrado que te quedaras, sólo habría obtenido un pájaro preso que agonizaba de tristeza. Tu sentido de la Libertad es muy diferente al mío. Quizás tú la ubicas a sólo unos metros de tu propio espacio corporal. Para mí es mantener presente la opción de irse y no poder hacerlo porque nos atan lazos de voluntad, entrega y cercanía a quienes hemos ofrecido esa libertad.
A tus valores se oponen los míos y es posible que muy pocos se complementen. Yo, al contrario que tú, procuro permanecer bien alejado de la venganza, el odio y el rencor, porque estoy convencido de que sólo envilecen a quien los siente. Yo, al contrario que tú, sí creo en el Amor, en la confianza, en la entrega a otro ser, sin restricciones ni largos periodos de prueba. Yo, al contrario que tú, no me avergüenzo de sentir, de amar, de decir lo que siento por alguien, porque creo en el don infinito y milagroso de una palabra a tiempo, de un abrazo al corazón y de una sonrisa que ilumina un rostro. Yo no temo mirar a los ojos ni que miren a los míos.
No puedo comprender tus ausencias indiscriminadas, tus silencios inesperados ni tus compromisos impostergables. Cada actitud de este calibre, cada que no soportas que te mire, cada que no puedes contestar una pregunta, siento que te pierdo, o mejor, que me pierdes.
Yo no soy el hombre más experimentado, pero cada vivencia que he tenido me ha dejado al menos una lección. Y después de estos tres o cuatro "amores" he tenido tristeza, o angustia o alivio, pero, sobre todo, la seguridad de que me ha ayudado a crecer como persona.
Asumo la edad adulta con todas sus responsabilidades y ese hecho me lleva a exigirme cada vez más. Hay cosas en que soy intransigente. No concedo descuentos a la medida de afecto y similitud que he establecido para quien haya de ser mi pareja. No por ello voy a impedirme conocer nuevas personas pero, eso sí, serán puestas a prueba.
Por lo general, esa prueba e corta. Me basta un poco de tiempo, como en tu caso. Al principio, como ya lo sabes, el saber de tu existencia me llevó a caminar un poco más aprisa y a sentir que tú podrías llenar mi vida de mucho más que ilusiones. Pero no fue así.
Te repito que con mi poca pero fructífera experiencia, he decidido no someterme a chiquilladas ni a concesiones perdedoras.
Renuncio a este juego en el cual hice lo que me permitiste hacer. Y como no todo han de ser reproches, te agradezco las pocas horas conmigo, tu música y tu voz, los pequeños detalles y los ratos de intimidad que procuraste actuar de la mejor manera que sabias o podías. Gracias pro cada abrazo, cada caricias, cada beso espontáneo, cada "Yo también" arrancado a la fuerza como respuesta a mis "Te quiero".
A pesar de todo esto no deseo continuar la partida. Mientras tú no hayas conciliado tu pasado con tu presente, tus deseos con tus realidades, tu sentir con tu actuar, no podrás retener a un amigo, a un compañero o a un amante.
Si alguna vez hubo cadenas entre tú y yo, a partir de este instante han quedado sueltas. te dejo para que seas tú y busques -y ojalá encuentres- tu propia razón de ser.
De nuevo, gracias por este tiempo y por todo lo bueno que me diste.
Perdóname, no por dejarte o por irme, sino por no haber hecho caso de tu "premonición" de querer terminar esta aventura.
Junio 26, 1990
18:40 h.
Un mes y siete días después
de haber abierto aquella puerta.
martes, 10 de febrero de 2009
A veces llegan cartas (11) ¿Sabes qué...?
¿Sabes por qué? Porque eres precisamente un misterio que se me pone enfrente, quizás con todas las respuestas que no dejan preguntarse. porque eses una paleta de colores de la que no sé cuál escoger. Porque eres como el hombre que calculaba números, cifras, logaritmos y hasta silogismos y al que nadie de atrevería a interrumpir.
domingo, 8 de febrero de 2009
martes, 3 de febrero de 2009
Mea Culpa
domingo, 1 de febrero de 2009
La misma piedra
Lo dijo el chico sin ombligo
(¡hasta dormir en la bañera!)