jueves, 31 de marzo de 2011

El cuarto oscuro de los oídos



Concierto Voces para la Paz 2010.

Auditorio Nacional de Música. Madrid, 13 de Junio de 2010.

Director: Miguel Roa

Arreglo: Lorenzo Palomo

Colabora: Coro gestual del Instituto Ponce de León de Madrid.

Siempre he dicho que podría vivir sin la tele pero no sin un aparato de reproducción de música. Hay quienes piensan que lo peor es quedarse ciego pero pocas veces pensamos en lo difícil que debe ser el mundo sin poder escuchar el sonido. Sería como el cuarto oscuro para los oídos. Mientras escuchaba esta versión de Alma Llanera, un popular joropo venezolano, caí en la cuenta de que en medio del coro había otro muy particular, compuesto por sordomudos que con su lenguaje gestual comunicaban la letra de la canción. ¡Emocionante!


Voces para la paz (Músicos solidarios) es una asociación de ayuda humanitaria, fundada en 1998 por Juan Carlos Arnanz Villalta. Está compuesta por más de 300 músicos profesionales que forman parte de importantes agrupaciones musicales (Orquesta y Coro Nacional de España, Orquesta y Coro de la RTVE, Orquesta y Coro de la Sinfónica de Madrid, Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, Banda Sinfónica Municipal de Madrid, Coro del Teatro Nacional de la Zarzuela, etc.), y otras muchas personas vinculadas al mundo de la música. Tiene como objetivo interpretar conciertos para recaudar fondos y conseguir apoyos para ejecutar proyectos que auxilien y protejan a los más necesitados. Para "Voces para la Paz" música, amor y justicia son la misma cosa.

martes, 29 de marzo de 2011

¡Póntelo! ¡Pónselo!


Video del año 1990 promocionando el uso del preservativo. Una campaña de publicidad del Ministerio de Educación y Ciencia y el Ministerio de Sanidad (España) que merecería la pena retomar. Cualquier insistencia en la prevención es poca.

sábado, 26 de marzo de 2011

Preguntas

En su columna de la revista XL Semanal, Paulo Coelho hace mención a uno de sus tantos encuentros por estos caminos del mundo. En ella cuenta cómo conoció al militar francés Jean Paul Sétau, quien le contó la génesis de su libro El niño que quiere saberlo todo (Editorial Altess, París).

Fue la consecuencia de una invitación a dar una clase de catecismo para niños. Dudoso de cómo hacerlo, decidió meditarlo y la respuesta fue: «En lugar de dar respuestas, procura saber qué quieren preguntar las criaturas». A partir de ese momento, Sétau tuvo la idea de visitar varias escuelas y pedir que los alumnos escribiesen todo aquello que les gustaría saber respecto a la vida. Pidió que las preguntas fuesen hechas por escrito, evitando de esta manera que los más tímidos tuviesen miedo de manifestarse.

El resultado de este ejercicio es lo que recopila en su libro. Algunas de las preguntas de los chicos fueron estas:

¿Dónde vamos después de la muerte?

¿Por qué tenemos miedo de los extranjeros?

¿Existen los marcianos y los extraterrestres?

¿Por qué hasta a la gente que cree en Dios le ocurren desgracias?

¿Qué significa Dios?

¿Para qué nacemos si al final nos morimos?

¿Cuántas estrellas hay en el cielo?

¿Quién inventó la guerra y la felicidad?

¿El Señor también escucha a aquellos que no creen en el mismo Dios (católico)?

¿Por qué existen los pobres y los malos?

¿Para qué creó Dios los mosquitos y las moscas?

¿Por qué no está cerca el ángel de la guarda cuando estamos tristes?

¿Por qué amamos a ciertas personas y odiamos a otras?

¿Quién puso nombre a los colores?

Si Dios está en el cielo, y mi madre también está allá porque murió, ¿cómo es que Él está vivo?

Ojalá los adultos nos preocupáramos por hacer lo mismo: En lugar de intentar imponer nuestra comprensión adulta del universo, recordar algunas de las preguntas de nuestra infancia, que ciertamente jamás fueron respondidas.

jueves, 24 de marzo de 2011

¡He dicho basta!

¡He dicho basta! Tanto va el cántaro al agua, que al fin se rompe. Y durante dos años y ocho meses he aguantado las cosas normales y las intolerables de cualquier empleo. Que si el jefe está de mal humor, que si los clientes son impertinentes, que si hay que madrugar todos los días, que si hay que barrer, fregar, lavar los servicios, cocinar, servir, atender, cobrar, sonreír y sonreír; trabajar cientos de horas extras sin cobrar; que si creemos lo que nos dicen o se los hacemos creer; escuchar historias de fábula, críticas e insensateces; trabajar con ganas porque es mi responsabilidad hacerlo bien, aunque llevase cuatro meses sin recibir el sueldo...

Pero llega el día de decir: "¡Hasta aquí hemos llegado!". No se puede soportar que la mujer que te contrató oculte la cabeza como los avestruces y no te de la cara ni una explicación ni pida excusas. Llega un momento en que no se puede convivir con la ansiedad y la depresión que te causa el no tener con qué afrontar tus obligaciones a pesar de tener un empleo. Durante este tiempo he tratado de hacer caso omiso a que no haya podido ir a la boda de mi hermana (porque la empresa estaba atrasada en los pagos), que mi madre no haya podido venir a verme (porque no me dieron el tiempo de las vacaciones), que me hayan prohibido comerme una empanadilla...

Sobra decir que cuando se trabaja de cara al público hay que mantener el tipo ante comentarios tan desagradables como que los extranjeros son una mierda de perro, que por ello deben aguantar el trabajar sin recibir salario... Aguantar y aguantar. Pero no me voy por culpa de los clientes, porque ellos me hicieron agradable el 90% del tiempo, porque entre ellos he hecho amigos, porque me han apoyado, admirado y querido. Ya lo saben Trini, Nieves, María(s), Patricia, Rocío, Graciela, Elizabeth, Miguel, Mireya, Javier, Eduardo, Eva, Toni, Concha... La lista es extensa y valiosa. Perdón si no están todos aquí, pero sí en mi memoria.

Creo -erróneamente- que los demás actúan con la misma buena fe que yo. Nunca pensé que tendría que contratar a un abogado para hacer valer mis derechos. Pero siempre hay una primera vez. Ya todo está saldado. Y, como dice el refrán, más vale un mal arreglo que un buen pleito. Seguro que he perdido dinero, pero la verdad es que no me importa. He ganado tranquilidad y eso no se puede comprar.

Ahora, como tantas veces, a comenzar de nuevo. A ratos no sé a dónde voy, pero seguro que encontraré el camino.

sábado, 19 de marzo de 2011

Excusas de Carnaval

En tono de fino humor, la actriz Eva Hache, presentadora de El Club de la Comedia, expuso un divertido monólogo a propósito de los disfraces de carnaval. Alguien tenia que preguntarlo en público alguna vez: ¿Por qué esa fijación de los hombres heterosexuales por vestirse de mujer en las fiestas de disfraces? (puede verse aquí)

Aquellos que van de serios, machotes y hasta homófobos, parece que no ven el momento de que llegue el Carnaval o el Halloween para meterse en las medias de su madre, la minifalda de su hermana, la peluca de la tía y los tacones que le sirvan para salir a la calle a "tirar pluma", con sus bigotes y sus piernas peludas...

Recuerdo una de las primeras fiestas de disfraces de Halloween que organicé en el Instituto de Bellas Artes. Media docena de chicos, de los que destacaban por su "hombría" dieron la nota con su comparsa de colegialas con los uniformes de sus hermanas y sus coletas, sus labiales rosa y sus maneras toscamente femeninas. ¡Hasta iban al baño juntos (o juntas) y dudaban si entrar al de chicos o al de chicas.

Uno de los directivos del Instituto en mención tuvo sus reparos en celebrar esa fiesta (que se repitió varios años) porque temía a las hormonas rebotadas de veinteañeros ocultas tras otra personalidad. Decía que una persona, cuando se disfraza, asume la personalidad de lo que lleva puesto. "La pura se siente puta y la puta se siente pura! "Hay que ver a la chica que siempre ha sido modosita y tímida cómo se disfraza de "enfermera guarrilla" (como dice Eva Hache) y se insinúa toda la noche sin recato alguno; algo que no haría sin su disfraz, su máscara, su protección".

Siempre he disfrutado de los disfraces. Algo habrá de cierto en esas teorías, que merecen más análisis por parte de los expertos. Pero sigo sin entender el travestismo de algunos. ¿Será para sentir un solo día o una sola noche lo que querrían ser?




Nota: mis disfraces han sido de Merlín Púrpura, Guerrero del siglo XXI, Vampiro, Romano (por la facilidad de hacerlo con una sábana) o Invasor de otra Galaxia... (¡Y premiados!)

viernes, 18 de marzo de 2011

Ausente o no disponible

Hoy mi estado es confundido, es otro día
que no sé qué hacer conmigo,
si callar mis dedos, dejarlos quietos
o si levantar la voz y gritar: ¡no entiendo!

Hoy mi estado es ausente o no disponible.
No me busques, no me llames, no lo intentes.
No me dediques tu tiempo, ni me pienses.
Mi estado no es grave, no es cerrado por duelo.

El concepto sería cerrado por reformas.
El señor de la noche, el dueño, pide disculpas.
Próximamente abrirá sus puertas
con nuevos colores en la reapertura.

Estado confundido, restructuración obligada.
Nuevos sueños volarán en la mañana.
Los sueños no se matan si hay pasión,
los sueños se duermen y agonizan
cuando la duda invade el corazón.

Colaboración de Merche de Paz.

lunes, 14 de marzo de 2011

Jodido pero contento

No importa cómo te haya ido durante el día...
Vuelve siempre a casa con la cabeza bien erguida

Desplumado, puteado, jodido pero bien derecho!

¡Esa es la Actitud!