sábado, 28 de marzo de 2015

El camarero es gay... ¡pero no te asustes!

Esta es la transcripción del diálogo en una pre-entrevista de trabajo, el pasado jueves en Zaragoza (España):

Ilustración: Martín Mazza by Ismael Álvarez
-Hola, buenas noches. Gracias por venir. Quería conocerte porque me han hablado muy bien de ti y para recomendarte para un empleo en un restaurante de un conocido que es como un hijo para mí. Se trata de un pequeño restaurante que este "chaval" de 21 años ha heredado de su padre y necesita que le ayuden a llevarlo. Ya le he comentado de tu preferencia sexual.

-¿Eh? ¿Y esto de qué va? ¿Usted qué sabe de mis preferencias sexuales y qué importancia tienen para desempeñar un puesto de trabajo?

-No. Fíjate que yo soy heterosexual.

-Y a mí qué me importa? 

-Bueno es por el "chaval". ¡Para que no se asuste!

-¡Vaya! Primero, no es un "chaval": ¡Tiene 21 años! Y segundo: No me interesa la oferta ni tener ningún tipo de relación con gente que tiene esa mentalidad.


*** *** ***

Es sorprendente, indignante e increíble que, en pleno siglo XXI, en España, donde se supone que hay mentes abiertas, tolerancia y respeto; donde nadie puede ser discriminado por razones de sexo, religión, edad, etc.; en un país donde se han dado pasos gigantes por la dignidad de la comunidad LGTB, haya personas (relativamente jóvenes y modernas) como este individuo. Podría decir que no merece una entrada en este blog. Pero no sobra denunciar aquí la actitud homófoba de alguien que cree que va de tolerante y respetuoso por la vida. Que "admite" a alguien homosexual pero se cuida de advertirlo, no vaya a ser que los demás "se asusten", como si se tratase de los leprosos bíblicos. Que cree que es importante la intimidad de alguien para desempeñar un trabajo. De gentuzas como este personaje sí que hay que avisar a los demás. Estos sí que asustan.

domingo, 22 de marzo de 2015

Para "smartphoneadictos"... ¡Deja el móvil y mírame!


Deja el móvil. Ignora el whatsapp. Mira el cielo, el mar o tu ciudad; los ojos de quien tienes al lado, a tu hijo crecer; mira a la gente que te habla, al que sufre o es feliz a tu lado, al que quiere hablarte. Lo real no está en una pantalla de 4,5", está a pocos centímetros de ti y habla, siente, expresa...

Hola, ¿estás ahí?

viernes, 20 de marzo de 2015

Gente que no me gusta


"Ciudadano" zaragozano en el autobús de la línea 33


Me molesta, me repatea, me saca de quicio:

  • La gente que pone los pies sobre las sillas en los autobuses y en las salas de cine.
  • Los fanáticos del móvil y del whastapp que no lo apagan durante las películas, las reuniones, los conciertos. 
  • Los que no saludan ni se despiden.
  • Los que llaman por teléfono a cualquier hora.
  • Los que no identifican la empresa cuando contestan el teléfono.
  • Los que no respetan las filas.
  • Los que no saben decir por favor ni dar las gracias.
  • Los impuntuales.
  • Los que no respetan el espacio público y hacen tertulias en las aceras, impidiendo del paso de los demás.
  • Los que exigen ser atendidos después de la hora de cierre de un establecimiento.
  • Los que no te miran cuando les hablas porque antes está el mensaje del móvil.
  • Los que tiran la basura al suelo.
  • Los que fuman donde les da la gana.
  • Los monologuistas de su vida, obra y milagros.
  • Los enemigos de desodorantes, jabón y crema de dientes.
  • Los "metomentodo". 
  • Los inmersos en sus auriculares.


( Habrá más, ¡Seguro!)

miércoles, 4 de marzo de 2015

Si la muerte pisa mi huerto... (2)


Unos se van sin hacer ruido, otros sin apenas darse cuenta. Unos descansan de lo mucho que les dolía la vida y el alma, de heridas que no sabían por qué tenían de soportar. Mientras unos se apagan de repente, como decidiendo el cómo y el cuándo, otros esperan días, semanas y meses, rendidos a los designios vitales. A muchos los lloran, los extrañan, duelos y dolientes visibles, sociales, comprendidos, aceptados. A otros los lloran falsas lágrimas que duran hasta la repartición de una herencia. Otros sólo dejan un lugar para visitar los domingos... una lápida que quizás sí miren los verdaderos duelos, esos que nadie consuela ni les da un pésame, esos que no hubieran tirado a la basura las pipas, los libros, los apuntes en los viejos cajones, y no tienen con quién compartir su ausencia.

Ojalá pudiéramos marcharnos de este paréntesis entre dos grandes sueños sin apenas apegos, sin dolores físicos ni morales, sin dejar envidias, egoísmos, corazones rotos ni lágrimas ocultas en la soledad del cuarto de quien nos extraña. Ojalá pudiésemos saber quién se pondrá nuestro abrigo, recogerá los cajones, ojeará nuestros libros y nos cerrará los ojos. Ojalá no doliéramos tanto a otros. Ojalá no doliéramos a tan pocos.





Si la muerte pisa mi huerto... ya nada importa

Si la muerte pisa mi huerto
¿quién firmará que he muerto
de muerte natural?

¿Quién lo voceará en mi pueblo?
¿Quién pondrá un lazo negro
al entreabierto portal?

¿Quién será ese buen amigo
que morirá conmigo
aunque se aun tanto así?

¿Quién mentirá un padrenuestro
y a rey muerto, rey puesto
pensará para sí?

¿Quién cuidará de mi perro?
¿Quién pagará mi entierro
y una cruz de metal?

¿Cuál de todos mis amores
ha de comprar las flores 
para mi funeral?

¿Quién vaciará mis bolsillos?
¿Quién liquidará mis deudas?
a saber...

¿Quién pondrá fin a mi diario
al caer 
la última hoja en mi calendario?

¿Quién me hablará entre sollozos?
¿Quién besará mis ojos
para darles la luz?

¿Quién rezará en mi memoria
Dios lo tenga en su Gloria
y brindará a mi salud?

¿Y quién hará pan de mi trigo?
¿quién se pondrá mi abrigo
el próximo diciembre?

¿Y quién será el nuevo dueño 
de mi casa y mis sueños
y mi sillón de mimbre?

¿Quién me abrirá los cajones
¿quien leerá mis canciones
con morboso placer?

¿Quién se acostará en mi cama
se pondrá mi pijama
y mantendrá a mi mujer?

¿Y me traerá un crisantemo
a primero de noviembre?
A saber...

¿Quién pondrá fin a mi diario
al caer
la última hoja en mi calendario?

Joan Manuel Serrat