jueves, 31 de diciembre de 2015

Yo también te quiero


Me saca una sonrisa la publicidad de ING de estos días en las marquesinas de la ciudad. Aunque se trate de un banco, aunque en el fondo quieran decir "yo también te quiero (con tus ahorros en este banco)", siempre es grato sentir que alguien más, un anónimo, te diga algo tan entrañable. 


Me lo tomo como algo más que un gancho publicitario del banco naranja, recorto la frase y la comparto con aquell@s que quiero y que amo.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Zaragoza, ciudad de las (in)culturas.



Los zaragozanos necesitan algunas (o muchas) lecciones de civismo y urbanidad. 

No basta con una campaña de vez en cuando (como la de estos días decembrinos), sino ir educando desde la casa y desde la escuela. Recuerdo aquello de que a un niño se le comienza a educar 20 años antes de que nazca. Y ¿cómo educar a los jóvenes, si los mayores arrojan la basura, los sobres de azúcar, las servilletas, las colillas, los chicles, las latas... ¡todo al suelo!? ¿Cómo impedir que los chavales suban los pezuñas pies a las sillas de los buses y los cines? ¿Quién enseña que las alfombras no se sacuden por la ventana, arrojando el polvo a los vecinos de abajo y a los viandantes? ¿Quién le dice a los mayores que las filas hay que respetarlas?





martes, 29 de diciembre de 2015

Feliz Año Nuevo... desde el tren de la vida

La vida es como un viaje en un tren, con sus estaciones, sus cambios de vías, sus accidentes. Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres y creemos que siempre viajarán a nuestro lado, pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos solos en el viaje. De la misma forma se subirán otras personas que serán significativas: nuestros hermanos, amigos, hijos, y hasta el Amor de nuestra vida. Muchos bajarán y dejarán un vacío permanente. Otros pasan tan desapercibidos que ni nos damos cuenta que desocuparon sus asientos.
Este viaje estará lleno de alegrías, tristezas, fantasías, esperas y despedidas. El éxito consiste en tener buena relación con todos los pasajeros, en dar lo mejor de nosotros. El gran misterio para todos es que no sabemos en cuál estación nos bajaremos. Por eso, debemos vivir de la mejor manera, amar, perdonar, ofrecer lo mejor de nosotros. Así, cuando llegue el momento de desembarcar y quede nuestro asiento vacío, dejemos bonitos recuerdos a los que continúan viajando en el tren de la vida.
Te deseo que el viaje en tu tren para el año que viene sea mejor cada día, cosechando éxitos y dando mucho Amor. Ah, y te doy las gracias por ser uno de los pasajeros de mi tren. ¡Feliz Año Nuevo 2016!
(Recibido y difundido por WhatsApp)