domingo, 29 de septiembre de 2013

Por si acaso no regreso..

Hace trece años que partí, no de Cuba, como Celia Cruz, sino de Colombia. Trece años desde que aterricé en Madrid-Barajas, con una maleta llena de ilusiones, de planes y de sueños por realizar. He llorado de alegría y de tristeza. Amado, desamado y malquerido. Me he enamorado. Me han defraudado. Me he frustrado. He ganado y he perdido. He conocido y conservado Amigos que valen más que su peso en oro. He crecido. He aprendido humildad, serenidad, paciencia. Sigo añorando aquellas viejas y modernas calles de Medellín, a su gente, a mi madre, al viejo Amigo que siempre está desde la distancia. Y, por supuesto, sigo viviendo, luchando, porque como dice otra canción: "nunca podré morirme, mi corazón no lo tengo aquí".


Por si acaso no regreso,
yo me llevo tu bandera;
lamentando que mis ojos,
liberada no te vieran.

Porque tuve que marcharme,
todos pueden comprender;
Yo pensé que en cualquer momento
a tu suelo iba a volver.

Pero el tiempo va pasando,
y tu sol sigue llorando.
Las cadenas siguen atando,
pero yo sigo esperando,
y al cielo rezando.

Y siempre me sentí dichosa,
de haber nacido entre tus brazos.
Y aunque ya no esté,
de mi corazón te dejo un pedazo-
por si acaso,
por si acaso no regreso.

Pronto llegará el momento
que se borre el sufrimiento;
guardaremos los rencores -- Dios mío,
y compartiremos todos,
un mismo sentimiento.

Aunque el tiempo haya pasado,
con orgullo y dignidad,
tu nombre lo he llevado;
a todo mundo entero,
le he contado tu verdad.

Pero, tierra ya no sufras,
corazón no te quebrantes;
no hay mal que dure cien años,
ni mi cuerpo que aguante.

Y nunca quize abandonarte,
te llevaba en cada paso;
y quedará mi amor,
para siempre como flor de un regazo --
por si acaso,
por si acaso no regreso.

Si acaso no regreso,
me matará el dolor;
Y si no vuelvo a mi tierra,
me muero de dolor.

Si acaso no regreso
me matará el dolor;
A esa tierra yo la adoro,
con todo el corazón.

Si acaso no regreso,
me matará el dolor;
Tierra mía, tierra linda,
te quiero con amor.

Si acaso no regreso
me matará el dolor;
Tanto tiempo sin verla,
me duele el corazón.

Si acaso no regreso,
cuando me muera,
que en mi tumba pongan mi bandera.

Si acaso no regreso,
y que me entierren con la música,
de mi tierra querida.

Si acaso no regreso,
si no regreso recuerden,
que la quise con mi vida.

Si acaso no regreso,
ay, me muero de dolor;
me estoy muriendo ya.

Me matará el dolor;
me matará el dolor.
Me matará el dolor.

Ay, ya me está matando ese dolor,
me matará el dolor.
Siempre te quise y te querré;
me matará el dolor.
Me matará el dolor, me matará el dolor.
me matará el dolor.

Si no regreso a esa tierra,
me duele el corazón

jueves, 26 de septiembre de 2013

Guiño a lo gay en el fútbol?



El Burgos Fútbol Club acaba de utilizar como reclamo en su campaña de captación de socios, un guiño sutil a la homosexualidad. Quitándole importancia a los tabúes del sexo y de lo gay en el fútbol, el Burgos se desnuda en los vestuarios. Dos amigos se sugieren una idea mutuamente. Aparentemente, uno de ellos tenía otra en mente y sabe salir con acierto por la tangente: Hacerse socio del club con su colega y disfrutar de los partidos por un precio determinado. La cara del protagonista lo dice todo. Al fin y al cabo, se trata de un deporte "de machos".

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Hombres reales vs.hombres de anuncio en campaña de calzoncillos



Por fin una campaña de hombres reales en los anuncios publicitarios. Algo parecido a alguna campaña de Dove que apostaba por mujeres reales y no féminas imposibles idealizadas por los "creativos". Esta vez el diario The Sun ha ideado una anti-campaña reivindicativa de las reales líneas masculinas; nada de hombres perfectos y esculpidos de anuncio, en ella posan cuatro hombres sin tapujos, espontáneos, imitando poses de cartel. 


Al contrario de lo que ha sucedido con los prototipos femeninos de la publicidad, que han recibido numerosas críticas, el cuerpo del hombre ha sido, quizás, menos explotado como icono sexual y, por tanto, ha recibido menos comentarios. Claro que a nadie le amarga un dulce, y nadie duda de la belleza de David Beckman o John Kortajarena, pero la premisa del diario londinense es mostrar al hombre tal como es, con su belleza real frente a la del hombre anuncio. En clave de humor, las fotografías de Stewart Williams, imitan las poses de famosos en calzoncillos y demuestra que aunque no todos tenemos abdominales para rallar queso, ni mentón cuadrado o ausencia de michelines, bien podemos promover con elegancia y confort sus productos.

Hombre real vs. David Beckman para H & M

Hombre real vs. David Gandy para Dolce  Gabanna

Hombre real vs. Freddie Ljungberg para Calvin Klain

Hombre real vs. Cristiano Ronaldo para Emporio Armani

¿Qué tal si nos mostraran tal como somos, y las campañas y marcas apoyaran iniciativas de este tipo?

martes, 24 de septiembre de 2013

Tu Cuerpo... Pablo Neruda y sus Versos del Capitán





Tu cuerpo
no es sólo la rosa 
que en la sombra se levanta.
Tu cuerpo 
no es sólo la sangre,
ese pétalo del fuego.

Tu cuerpo
es mi territorio,
es el barro de mi infancia,
Tu cuerpo
es agua escondida,
es la tierra que me llama.

Yo guardo
mis palabras en tu cuerpo
y el que las oiga un día
recibirá una ráfaga de trigo y amapolas
y el cuerpo
del amor que hemos vivido
estará todavía
caliente y respirando la luz sobre la tierra.

Tu cuerpo
es la fruta oscura
que he arrancado de la selva
y cuando mi manos te hallaron
se quemaron en tu huella

Yo guardo
mis palabras en tu cuerpo
y el que las oiga un día
recibirá una ráfaga de trigo y amapolas
y el cuerpo
del amor que hemos vivido
estará todavía
caliente y respirando la luz sobre la tierra.


lunes, 23 de septiembre de 2013

Pablo Neruda... Tus manos


Al cumplirse hoy 40 años del fallecimiento del escritor chileno Pablo Neruda (Ricardo Eliecer Neftalì Reyes Basoalto), recuerdo uno de sus poemas que más me gustan, Tus Manos, de su serie "Los Versos del Capitán", que he escuchado muchas veces recitados y cantados.

De Neruda ha dicho Gabriel García Márquez que es "el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma". El Premio Nobel de Literatura (1971) y Doctor Honoris Causa de la Universidad de Oxford fue considerado uno de los 26 autores centrales del canon de la literatura universal de todos los tiempos.

El primer vídeo es la interpretación de la cantante y autora de música popular uruguaya Laura Canuora. Y el segundo, quizás mi versión favorita, la de Manuel Picón y Olga Manzano, de una grabación hecha en Madrid en 1980 con la Orquesta de Radio Televisión Española.






Cuando tus manos salen, 
amor, hacia las mías,
¿Qué me traen volando?...
por qué se detuvieron,
en mi boca de pronto,
por qué las reconozco.

Los años de mi vida,
yo caminé buscándote,
cruzé los arrecifes.
Subí las escaleras,
me llevaron los trenes,
las aguas me trajeron.
En la piel de las uvas
me pareció tocarte.


La madera de pronto
me trajo tu contacto,

la almendra me anunciaba
tu suavidad secreta,

hasta que se cerraron 
tus manos en mi pecho,
y allí como dos alas
su viaje terminaron.

Y cuando tu pusiste
tus manos en mi cuerpo,
reconocí esa greda 
y ese color de trigo,
como si entonces antes
las hubiera tocado,
y hubieran recorrido
mi frente y mi cintura.

Reconocí esas manos,
reconocí esas alas
de paloma dorada.
Su suavidad venía
volando sobre el tiempo,
sobre el mar, sobre humo,
y en la piel de las uvas,
me pareció tocarte.

La madera de pronto
me trajo tu contacto...

jueves, 19 de septiembre de 2013

¡Ay, qué vivos son los ejecutivos...!


"Cuántos ciudadanos saben como se llaman los directores ejecutivos de las compañías más importantes del país? Durante los seis o siete años que dura en su cargo, el director de una gran compañía puede ser un gran personaje -con su avión privado, una bandada de secretarias, un batallón de funcionarios de relaciones públicas y un comedor privado-, pero 24 horas después de su retiro es un don nadie, que tiene que mostrar su tarjeta de identidad para que el portero le deje entrar. "

Peter Drucker

martes, 17 de septiembre de 2013

Super-protegido


Sobre todo
que me protejan
de los que quieren protegerme,
sean vigilantes de autos, médicos, abogados,
policías o militares.
De los que pretenden conocer lo malo
y tratan de evitarlo,
afanosos y bien remunerados.
Los males son inevitables, como el Mal.
¿Por qué no se deciden por la agricultura?
Si por mi fuera, me gustaría ser agricultor,
plebeyo, de hablar simple,
sucio de tierra y barro,
pero ayudando a que nazcan flores y frutos.
No pidiendo, no ofreciendo, no recibiendo protección
ni de los santos.
Porque sólo existen los hombres
con sus apetitos e intereses,
y las mujeres con sus instintos y ferocidad.
No creo en vigilantes de autos ni de nada.
No creo en la policía,
ni en abogados, médicos ni militares,
No creo ni en mí mismo cuando me da por protegerme.
Todo socorro es sospechoso,
Cuando muchacho quería ser agricultor,
Algún día lo seré, tal vez,
si nadie me protege.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Un beso... ¿qué es?


Un beso, pero al fin de cuentas, ¿qué es? 


Un sermón hecho de un poco más cerca, una promesa, más precisa, una confesión que quiere confirmarse; es un secreto que toma la boca por oreja, un instante de infinito que hace un ruido de abeja, una comunión que tiene un gusto de flor, una manera, un poco, de respirar el corazón. Y un poco, también, de degustarse en el borde de los labios ¡el alma!

Rostand,  
Cyrano de Bergerac

domingo, 15 de septiembre de 2013

miércoles, 11 de septiembre de 2013

A usted: que escribía cartas de amor y ya no... (2)

Por: José G. Anjel R.


A usted, que escribió mentiras porque el amor era su única verdad, que inventó rituales y maneras de vivir cien años, que con la garganta seca imaginó fuentes y aguas milagrosas, que encontró frutas maduras cuando no había cosecha, que se apoderó de la luna llena y la ofreció como si nada, que prometió praderas incendiadas y montañas sin escalar, que sugirió caricias y habló de miradas envolventes, que refutó la física en la ley de la atracción de los cuerpos, eso, que detuvo el tiempo y rescató caminos, que dijo que estaba llorando porque el corazón le dolía  que nunca tanta luz había visto en medio de tanta oscuridad, que filosofó y volvió a creer en Dios, que estuvo apunto de cortarse una oreja como Van Gogh, que narró unos celos peores que los de Otelo y sostuvo que Romeo era una pobre cucaracha en comparación a usted, que se llamó a sì mismo el amor de mil amores, que habló de la eternidad y el nirvana, que sostuvo que iba a dejar de fumar porque tenìa el pecho henchido de amor... hoy se sonríe y trata de hacerse el loco, pero en el fondo le da cosa y piensa que volverlo a hacer sería muy lindo, pero...


A usted, que casi se le seca el seso por andar elucubrando cosas imposibles a horas impredecibles, que trató de meter el alma en dos cuartillas, que juró en vano sin miedo a que le creciera la nariz, que sostuvo que  sería capaz de suicidarse, que su vida sin ella no valía nada y por eso iba a remitirse a Schopenhauer, que maldita sea no ser capaz de volar a medianoche para ir a darle un beso, que ojalá fuera el ángel de la guarda para no desampararla jamás, que iba a botar el reloj para que las horas no pasaran, que estaba fabricando una cajita donde guardaría solo palabras de amor, que daría su vida por sentir cerca esa piel de porcelana, que las lágrimas eran diamantes que rodaban por la cara, que estaba olvidando las matemáticas por fervor a ella, eso, que le daba puñetazos a la pared cuando se le agotaban las palabras, que se presentaba como Uvaldo el paralelo, lelo de amor y otras arbitrariedades, que suspiraba sobre el papel para que la carta llevara también suspiros, que se quejaba en la ventana para correr a escribir quejidos... ¿qué le pasa que ahora se pone colorado cuando le hablan de esas cosas? Y usted querría volver, sería tan lindo, pero...


A usted, que hoy no hace más que refunfuñar y hacerse el serio, que antes de meterse de lleno en la rutina tuvo un corazón que lo puso a recorrer esquinas, no le parece que para salirse de tanto susto y de tanta idera al baño, serìa conveniente volver a las andanzas de antes, tomar de nuevo el papel y llenarlo de cuanta cosa se le ocurra, que importa que al principio la vaina le quede grande y se embolate buscando el tiempo difuso de un verbo, a fin de cuentas usted traquea por falta de uso. Y antes de hacer mala cara y decir que estas cosas no son de grandes, aflójese un poco el alma y piense en lo bueno que vivía cuando, sin temor a que lo vieran, releía una boleta escrita por ella y se imaginaba que ese papel tenìa un olor muy especial porque era para usted y nadie más, eso, y ahí empezaba a sentir que lo zapatos no le quedaban tan estrechos y que a fin de cuentas no era tan feo  y la mesera que le cobraba la cuenta lo miraba(a usted) diciéndole qué le pasaba y usted nada, que a veces me dan calambres y en el interior sintiendo que lo que le daba era envidia de los grafiteros que escribían en los muros te quiero tanto,  tanto te quiero, perdóname, pero este amor me está matando, ¡te voy a acusar de intento de homicidio!

martes, 10 de septiembre de 2013

A usted: que escribía cartas de amor y ya no... (1)

Por: José G. Anjel R.

A usted:

Que muchas veces se pone a nadar en recuerdos y una sonrisa le parte la cara pensando en las cosas que decía, que escribía casi al escondido, con la complicidad de la noche o de una mesa de café o escondido en un rincón de la oficina haciéndose el que trabajaba: te amo mucho, había escrito en el cuaderno o en la superficie de un papel lleno de dibujitos y cada palabra le daba un tono que lo envidiaría un poeta... eso, ¿a usted no le pasa que querría volver a lo mismo, a cabalgar en pos de una ilusión  a inventar formas antigramaticales que el destinatario entendería? Y claro, piensa que sería muy lindo, pero...

A usted, que le perdió el miedo al insomnio porque así la noche le iba a rendir más para retener el sabor del último beso, que al momento de sentarse a escribir iba y escogía una lapicera azul y, como un cirujano que se apresta a hacer su mejor operación, comenzaba a rayar con cuidado y a dibujar letras al ritmo de una sinfonía o de una canción de Serrat, sintiendo todavía ese temblor en el alma de cuando la tomó de la mano, ¿Qué diablos le pasa ahora que lo único que escribe son memos y regaños, palabras sin imágenes y bla-blás que no llegan a ninguna parte? ¿Usted no querría cambiar su rutina de hoy por el sobresalto de cada uno de esos renglones donde no se cansaba de repetir te quiero, te adoro, sin vos me estoy perdiendo en este mundo? Podría ser, sería tan lindo. 

A usted, que en el papel encontró la manera de decir lo que no había sido capaz hablando, que sin miedo se tildó de pirata, de enano, de fantasma y hasta de resucitado, que hizo rendir la letra para que no se le acabaran tan ligero las ilusiones, que habló de cómo tenía los dedos de los pies y de la cantidad de pelo que se le estaba cayendo, que intentó hacer un poema y acabó sorbiendo un tarrito de leche condensada, que dijo que el corazón se le estaba hinchando y no le daba miedo del infarto  ¿qué tiene ahora entre el cuerpo que ya no es capaz de hacer estas cosas? Seguramente lo ha intentado, pero no ha seguido porque para qué  eso era antes, que dirían, ya el cartel no es el mismo. Claro que sería tan lindo, pero...

A usted, que cuando cerró el sobre (siempre le pasaba) le dio un cierto malestar entre las tripas creyendo que se le había ido la mano, pero arriesgó a lo que dijeran y fue y echó la carta al correo por debajo de la puerta, eso, y volvió a escribir que en el aire estaba el amor, que lo había sentido en el viento y en los olores de la mañana, en el brillo de la luna y detrás de un aviso de cocacola, que mientras escribía no le importaba que lo echaran del trabajo o lo botaran de la universidad, en fin, entre comas y puntos reconocía que estaba loco de remate y enfermo del marote, que no se iba a dejar atropellar por las circunstancias y que le importaba un carajo echarse sobre una piedra a que lo secara el sol como como a Beltenebros, a fin de cuentas el amor era la cosa más maravillosa que había conocido, entonces  ¿a qué viene que ya no sienta lo mismo, que ya no crea en lo que antes creyó con fe ciega? ¿No será que tiene miedo y se le está secando la vida? Claro que podría intentarlo de nuevo, sería tan lindo, se dice usted, pero...

A usted,  que  se sintió un caballero andante, un San Jorge contra el dragón, un príncipe valiente al rescate de su doncella, que intentó hacer que le rimaran las palabras y acabó con mirada de loco diciéndose que necesitaba algo más que una poesía, que le narró a ella cada resquicio de la calle, incluyendo faroles, tachos de basura y hormigas, flores a punto de secarse, rejas a medio despintar y señoras gordas hacia misa, eso, que utilizó más de tres estilos de letra par escribir te quiero tanto, que entre entre paréntesis escribió secretos y le contó desafueros, que no le dio miedo pintar un corazón que parecía una manzana mal hecha, que trató de hacer un poema y acabó diciendo mañana te voy a querer más, si no me voy a dormir ya me van a llevar donde el siquiatra... ¿qué le pasa ahora? Sería increíble volver a lo mismo, pero...

(Continuará)


lunes, 9 de septiembre de 2013

Del folklore aragonés



Cuando una baturra quiere
a quien la sabe querer, 
de tanto querer se muere
y muerta, quiere también.


Baturro: 
Se aplica a la persona que pertenece al campesinado aragonés. 
Relativo a la cultura y el folklore aragoneses.