domingo, 22 de mayo de 2011

Elecciones en España: ¡Ojalá!

Hoy es un día importante para la democracia en España. No es un secreto que las elecciones autonómicas y municipales han estado precedidas por un movimiento originado en las redes sociales, que ha movilizado a miles de personas en las plazas de todas las ciudades, para manifestarse pacífica y ordenadamente en contra de los partidos tradicionales, del mal llamado bipartidismo, abogando por retomar la voz ciudadana, opinando sobre la gestión de sus dirigentes.

Me sorprende la organización de estas acampadas en las plazas públicas. Buen humor, pancartas, música, compañerismo, solidaridad, civismo... Las autoridades, que podrían (y de hecho lo han informado) disolver este evento, han tenido que poner el freno al no presentarse disturbios y quizás porque serian tachados de impedir la libertad de expresión. A nadie le convendría echarse encima a la opinión pública en vísperas de las elecciones.

Esta semana me he tenido que tragar la opinión que tenía de los ciudadanos españoles. Siempre he dicho que nos aguantamos los  que los dirigentes hacen, que sólo criticamos en la barra del bar y en las reuniones sociales pero que no exigimos a los que hemos elegido que cumplan con sus obligaciones, que dejen de robar del erario público, que sean justos, que cumplan con la constitución y con las leyes. Pero, de repente, sin una cabeza visible, los jóvenes principalmente, se organizaron (también tengo que reconocer que Facebook y otras redes sociales sirven para algo más que para publicar chorradas) y han dado de que han dado de que hablar y de pensar con esta lección de opinión pública.

A ver que nos dicen los resultados esta noche.Volverán los partidos de siempre. Pero espero que otros, los pequeños, los que casi nadie conocía, obtengan al menos un escaño cada uno. Aunque sea para convertirse en piedras en el zapato de quienes obtengan la mayoría y así les obliguen a andar con cuidado en sus decisiones que afectan a todos. ¡Ojalá!




Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve,
ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.


Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

Silvio Rodríguez Domínguez (29 de noviembre de 1946,  en San Antonio de los Baños, Cuba) es un cantautor, guitarrista y poeta, exponente característico -junto a Pablo Milanés, Noel Nicola y Vicente Feliú- de la música de su país conocida como la Nueva Trova Cubana. 

sábado, 14 de mayo de 2011

Marilina Ross, tu aire no es escaso

           

Conocí las canciones de Marilina Ross por allá en mis años universitarios. Era para mí una desconocida que, entonces como hoy, me emocionó escuchar. Porque canta con el alma, por la melancolía y el romanticismo de sus letras, porque a veces -casi todas- me hacía sentir emocionalmente adolescente.

Hoy leí que se retira de los escenarios, de la música, de las tablas, de los platós de cine y me entristece. Buscando el por qué, encuentro que una afección respiratoria le impide tener el mismo ritmo de vida y que se niega a actuar atada a un aparato para respirar. Pero también supe que ha recibido homenajes que le han devuelto la fuerza, las ganas de seguir luchando y le han hecho dejar el lápiz con que solo había escrito la inicial de la palabra FIN.

Pasear por su blog es seguir sus vivencias, sus triunfos, sus canciones. Contagia de optimismo ver sus fotografías, las viejas y las recientes, con su sincera sonrisa. Emocionan los homenajes de sus colegas y amigas, Julia Zenko, Patricia Sosa, Claudia Puyó, Paula Almenara, Sandra Mihanovich... Emociona cómo cuenta su exilio en España, la tierra de su padres, que en su tiempo se exiliaron en Argentina. No sólo se reciclan las emociones de artista y público. Se recicla la vida misma en unos y otros protagonistas.

Como ella misma dice, no sabemos qué pasará mañana. Pero le deseo que siga amparada y contenida por muchos compañeros de viaje, los que tiene cerca y los que sólo la conocemos por su música. Que su aire no sea escaso y siga agrandándose y llenándola con la música y el Amor. Que su corazón  siga en su danza emotiva.

Al menos por mi parte, seguiré escuchando aquella vieja cinta de cassette con las grabaciones de Puerto Pollensa, Esos que Dicen Amarse, Quereme que Tengo Frío...

El video es del espectáculo "Con todo el amor que puedo" homenaje a Marilina Ross, realizado el 12 de agosto en  el Teatro Coliseo Podesta de La Plata, Argentina.

lunes, 9 de mayo de 2011

Contra el acoso homófobo

 "Stand Up! Don't Stand for Homophobic Bullying"
(Levántate! No aceptes el acoso homofóbico)



Esta campaña publicitaria realizada en Irlanda, como parte de la Semana de la Conciencia Joven LGBTpromueve la amistad entre jóvenes como manera de combatir el acoso homofóbico.

Director: Anna Rodgers and Aoife Kelleher
País: Irlanda
Año: 2011
Género: Drama
Duración: 4 mins.
Idioma: Inglés
Elenco: Matthew O'Dwyer, Stephen Kiernan, Ciaran McCabe,
Aaron Murphy, Kyle Donaldson, Barry Keoghan,
Conor Burke, Jane Herbert, Briony Morgan

domingo, 8 de mayo de 2011

Para el día de la madre, de Mi Madre

El post del domingo pasado, con la letra de la canción Manos Adoradas, lo he publicado porque el primer domingo de mayo se celebra el Día de la Madre en España.

Hoy vuelvo a hablar de las madres, pero específicamente de la mía, por ser el día clásico en Colombia y en gran parte de América. Esa canción, que ha tenido muchos intérpretes, la he venido tarareando desde hace un par de semanas, quizás motivado por los anuncios de la televisión y las revistas y por la publicidad de las tiendas.

A lo mejor no haya nada nuevo qué decir sobre las madres. Siempre, por estas fechas, se dicen palabras bonitas, que cada uno tiene la mejor del mundo y una serie de frases de cajón para poner en tarjetas y en mails. Lo cierto que es hay madres que no han nacido para serlo y no cuidan y aman a sus hijos como debieran (tampoco hay cursos en ninguna parte para ser madre o padre, con certificado de calidad). Ni hijos que debieran "honrarlas" como es debido.

Conozco alguna mujer que tiene a su hijo mejor de edad como su lacayo y lazarillo, donde no le faltan "lindezas" de palabras malsonantes, hirientes y humillantes. Y no dudo que tarde o temprano se quedará sola, cuando el niño comprenda que tiene que emprender su propia vida y vivirla como mejor pueda. También conozco hijos para los que su madre es solo una proveedora de dinero, de comida, de vivienda y evitan a toda costa estar a su lado, ayudarla, apoyarla o simplemente hacerle compañía en los momentos en que se siente triste y asolada por la Vida. Hijos que dan un beso a su madre octogenaria sólo si ella se lo pide. Hijos que gritan a su madre delante de quien sea o le ordenan que se calle. Hijos que el día de la madre le dejan un regalo pero no la abrazan al entrar a casa. Un regalo que seguramente ella hubiese cambiado por un abrazo sincero y por un cambio de su actitud agria frente a la mujer que le parió.

Las manos de mi madre son como las de la canción. Recuerdo cómo zurcía los calcetines de sus tres hijos (con un a bombilla verde que guardaba en su costurero), cómo planchaba cerros de ropa en tardes calurosas, y lavaba durante años nuestra ropa a mano -desde los jeans hasta las colchas de las camas-. Cuando hacía un pastel, batido a mano, lograba la equidad para que nos repartiéramos los restos de la masa en el recipiente y en sus manos. Las manos de mi madre nos levantaban de pequeños con el frío de sus labores en la cocina. Las manos de mi madre tienen callos en las palmas porque siempre ha estado fregando para tener la casa como una patena. Las manos de mi madre me dejaban una nota sobre el plato de la comida si ella no podía estar para servírmelo. Esas mismas manos, hoy, cuando ya soy un adulto, recortan frases y anécdotas de los periódicos y me las manda para que no me olvide de mi ciudad y de mi cultura. Y cuando me escribe entrañables cartas, que hace en dos o tres sesiones antes de irse a la cama, las termina contándome el último chiste que se haya aprendido.

Con esto, no son solamente sus manos las que adoro. Es todo su ser, el juvenil tono de su voz cuando me llama a decirme que quería escucharme. Es ese corazón inmenso que, como la Virgen María, conserva muchas cosas meditándolas en él. Ha soportado la viudez más que temprana, Ha sufrido por las enfermedades de sus hijos. Ha estado a nuestro lado para que estudiáramos. No recuerdo que nunca haya faltado de casa a la hora de regresar del colegio, para darnos las meriendas y ponernos a hacer los deberes (y hasta tomarnos las lecciones). Cuando cada uno de sus hijos tomó su rumbo, ella lo aceptó calladamente, sin reproches, sólo con unos lagrimones que salían de sus ojos color de miel. Sé que no deja de orar por sus hijos, que siempre está procurando la unión familiar, que nos conoce tan bien que le basta escuchar un "hola, mamá" al otro lado del teléfono, para darse cuenta si estamos tristes, con problemas o nostálgicos.

Adoro las manos de mi madre, su humildad, su sentido del humor, su alegría de vivir, su fortaleza de carácter, su infinita paciencia. Y su Amor incondicional.

¡Te quiero Mamá!

sábado, 7 de mayo de 2011

De perlas y diamantes

"Siempre pienso que las personas más importantes todavía están por llegar. Así que yo todos los años me propongo buscar doce perlas, doce personas que no he conocido. Entre ellas puedo encontrar uno o dos diamantes".

en una entrevista con motivo
de la presentación de su último libro:
Si tú me dices ven lo dejo todo...pero dime ven

viernes, 6 de mayo de 2011

¡Sí que existe al Amor!

Al Dios al que yo amo
no me castigará por amar,
ni por sentir,
ni por hablar,
pues Él me dio el corazón
sentimientos y boca.

jueves, 5 de mayo de 2011

Siga el consejo de su médico, no su ejemplo

La ley antitabaco prohibe fumar en espacios públicos cerrados (bares, cafeterías, restaurantes, centros hospitalarios, terrazas con cerramientos, escenarios de obras de teatro donde los personajes "deben" fumar, cercanías de centros educativos...) y lo permite a pacientes de centros siquiátricos, a habitantes de geriátricos -en su habitación- y en las cárceles.

A causa de esta legislación se han gastado océanos de tinta en los periódicos y toneladas de saliba de fumadores en la puerta de los bares y de no fumadores en la barra del local. Las cajetillas de cigarrillos traen casi un 50% de su espacio con avisos del tipo: "Fumar mata", "Fumar perjudica gravemente su salud y la de los que están a su alrededor", "Fumar acorta la vida", "Si desea dejar de fumar consulte a su médico"... Ahora traen imágenes explícitas de pulmones enfermos, gargantas cancerosas...

No voy a hacer una apología del peligroso hábito de fumar, de todos conocido. Lo que me jode es la doble moral de las autoridades políticas que lo prohiben pero siguen "mamando" de los millones de euros que recogen cada año en impuestos a la venta de tabaco. Los estancos alimentan al Estado. En los bares y cafeterías -que ahora no apestan a humo de cigarrillo- hay máquinas expendedoras, pero no se le ocurra a nadie encender un cigarrillo dentro del local.

Y, por último, la imagen con la que me encontré ayer en la consulta de mi médico de cabecera (de la Seguridad Social). Me llamó la atención su cajetilla de Marlboro en el bolsillo de camisa. Que fume o no fume me da perfectamente igual. Pero lo que sí me da qué pensar es en lo que se monta en la mente de un paciente que, siguiendo el consejo de su supuesto último paquete que pensaba fumarse, va al médico a pedirle ayuda y lo primero que ve es que él también es un adicto. ¿Es él quien va a sugerirle un tratamiento?

domingo, 1 de mayo de 2011

Las Manos de Mi Madre


Manos Adoradas

Las manos que yo quiero, las manos que venero,
no son color de rosa ni tienen palidez.
Sus dedos no parecen diez gemas nacaradas,
tampoco están pintadas ni tienen altivez.
Son manos arrugadas, tal vez la más humildes
y están cual hojas secas de tanto trabajar.
Son estas manos santas las manos de mi madre,
aquellas que me dieron con todo amor el pan.

Las manos que yo quiero, las manos de mi madre,
ligeras como aves volando siempre van.
Las manos de mi madre por ágiles dichosas,
si no hacen siempre algo tranquilas nunca están.
Por rústicas y viejas, ¡qué bellas son sus manos!
Lavando tanta ropa, cortando tanto pan.
Corriendo por la casa, la mesa acariciando,
buscando en el descanso la aguja y el dedal.

Las manos que trajeron la lámpara a mi cama,
tapándome la espalda en el invierno cruel.
Que cuando estuve triste mis lágrimas secaron,
que cuando estuve enfermo, acariciándome.
¡Oh, manos adoradas! ¡Oh, manos llenas de alma!
En ellas yo quisiera mi frente refugiar,
y tristemente digo: ¡qué lejos que se encuentran,
qué lejos de mi angustia y de mi soledad!

Vals
Música:Roberto Rufino
Letra: Horacio Sanguinetti
Intérprete: Billy Pontoni