viernes, 28 de junio de 2013

Pocas R y muchas S


El doctor Juan Hitzig es autor del libro "Cincuenta y tantos, Cuerpo y Mente en forma aunque el tiempo siga pasando". En la página de Gerontología de la Universidad Maimónides (Buenos Aires, Argentina) se lee:

No hay duda de que el ser humano vive cada vez más. ¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación de dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y desarrollo personal?Las ideas centrales de este libro se basan en investigaciones que demuestran que alrededor de los cincuenta años se encuentra el Punto de Inflexión Biológica que define en qué forma envejeceremos. Profesor de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a estudiar las causas de la longevidad saludable, el Dr. Hitzig sostiene con humor que:

"El cerebro es un músculo fácil de engañar: Si sonríes, cree que estás contento y te hace sentir mejor".

Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a  nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades o incluso de muerte. Con los años, el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene memorizar:

Las conductas con R: Resentimiento, Rabia, Reproche, Rencor, Rechazo, Resistencia, Represión... son generadoras de cortisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cerebro-cardio-vasculares. 

Las conductas R generan actitudes D: Depresión,. Desánimo, Desesperación, Desolación... 

En cambio, las conductas con S: Serenidad, Silencio, Sabidruría, Sueño, Sexo, Sonrisa, Sociabilidad, Seducción... son motorizadoras de serotonina, una hormona generadora de tranquilidad  que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la aceleración del envejecimiento celular.

Las conductas S general actitudes A: Ánimo, Aprecio, Amor, Amistad, Acercamiento...

Así nos enteramos de que lo que siempre se llamó "hacerse mala sangre" no es más que un exceso de cortisol y una falta de serotinina en la sangre. 

Alguna reflexiones más del Dr. Hitzig:

Presta atención a tus pensamientos pues se harán palabras.
Presta atención a tus palabras pues se harán actitudes.
Presta atención a tus actitudes porque se harán conductas.
Presta atención a tus conductas porque se harán carácter.
Presta atención a tu carácter porque se hará biología.

Hace muchos años, Rabindranath  Tagore decía: "Si tiene remedio, ¿de qué te quejas. Si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?".  Podría servirnos para dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y buscar en cada situación el aspecto positivo, ya que hasta la peor de ellas lo tiene. De esa forma nos inundaría la serotonina con todas sus eses, la sonrisa se nos grabaría en las mejillas y todo ello nos ayudaría a vivir mejor ese montón de años que la ciencia nos ha agregado. Porque el Dr. Hitzig ha comprobado con sus investigaciones que quienes envejecen bien son las personas Activas, Sociables y Sonrientes; no las rezongonas, malhumoradas y avinagradas, que nadie quiere tener cerca.

Finalmente, todo es cuestión de actitud.

jueves, 27 de junio de 2013

¿Te he dicho que te quiero?


Cuántas veces decimos: "Si no me llamas, no te llamo" o "Si no me escribe, yo menos". Decimos y nos repetimos que no nos importa cuando por dentro estamos destrozados y muriendo por buscarlo(a). No olvidemos que la vida se vive de momentos y de momento en momento se nos va la vida. Por eso, llámalo(a), búscalo(a), que el tiempo pasa y se nos agotan los verdaderos amores y amigos. Es preferible perder el orgullo con esa persona que quieres, que perder a esa persona por orgullo. ¿Cómo te sentirías si tu mejor amigo o amiga muere mañana y no le dijiste lo que significó para ti? 


lunes, 24 de junio de 2013

miércoles, 19 de junio de 2013

Una de inmigrantes... ¡Bofetada para xenófobos!


Graffiti zaragozano.
Foto de Merlín Púrpura.

Tu coche es alemán. Tu vodka es ruso. Tu pizza es italiana. Tu kebab es turco. Tu democracia es griega. Tu café es brasileño colombiano. Tus películas son americanas. Tus camisas son indias. Tu gasolina es de Arabia Saudí. Tus aparatos electrónicos son chinos. Tus números vienen de Arabia y tus letras del latín. ¿Y te quejas de que tu vecino es un inmigrante?

Tomado del blog de Abel

martes, 18 de junio de 2013

Réquiem por la cigarra

Reproduzco este post del blog de Pedro Simón, A simple vista, que he recibido de una excelente psicóloga-sexóloga, porque me parece de suma actualidad, porque son muy interesantes sus planteamientos, porque creo que soñar es gratis y porque también estoy hasta los cojones de tener miedo.

A los 30 mi chica me decía que le dolía la cabeza y ahora a los 40 me viene con el recorte del periódico.
"Anda, vístete y deja de saltar en la cama. Lee".
Y entonces uno deja de dar botes, se sienta en el cabecero, lee recuperando el aliento y todo se enfría: te acabas poniendo el esquijama de topitos y duermes culo contra culo.
Viene esto al caso porque en España el mejor método anticonceptivo hoy en día son las noticias. Ahora sabemos que además de nacer con el carrito pagado por la abuela y con unos botines que sólo se pondrá una vez, cada nuevo español viene a este mundo ya con una deuda de 20.000 euros bajo el brazo. O sea, que a ver quién se atreve por la noche a venirse arriba, con calzoncillos de la suerte o sin ellos. No vaya a ser que luego en el paritorio, una vez que la matrona nos entregue al crío, no salga el lado Tony Soprano y le susurremos bajito al oído, haciendo como que besamos al bebé:"Paga, mamón".
Así pasa que el gran drama no es que ellos nos vayan privatizando (que también), sino que nosotros mismos nos vayamos privando: uno empieza quitándose la caña de los domingos para no gastar y acaba quitándose de los hijos que no ha tenido pero querría, que de los otros ya no hay forma.
Que no gaste el que no tiene son matemáticas, pero que aquí gaste menos aún el que puede hacerlo empieza a tener algo de estoico postureo y de ciega automutilación. Que parece que hemos pasado todos radicalmente del apartamento en Calpe y del Mercedes Pocero a tiznarnos la cara con un corcho quemado nada más levantarnos, disfrazados de austeros, para parecer que gastamos menos que el vecino de al lado y ponerle las fotos a huevo al 'The New York Times'.
A todo esto el tiempo se nos va, esperando cruzados de brazos no se sabe muy bien qué. Como si fueran a regresar los treinta y tantos y todas sus mariposas en el estómago después de estos años de encierro. Como si fuera a ser eterno el ofertón del 'dos por uno' a los fiordos noruegos que veo yo en la agencia de viajes de mi barrio. Como si Montoro fuera a hacer los hijos por nosotros, que de solo imaginármelo dando botes en mi colcha me caigo de la silla.
A qué sabrá el homenaje que no nos dimos por culpa de ellos. Qué hemos ganado yendo de perdedores. Cómo amanecerá en todas esas ciudades a las que hemos renunciado a viajar. Qué habríamos aprendido de haber estado allí con el resto. Cuánto más claro habrías visto todo esto, o cuánto más lejos, o cuánto más feliz. Qué te diría el hijo que estás pensando no tener.     
Hazlo. Todo. Ya. Soñar es gratis. Por ahora. Cansado de hacer de hormiga, uno se reivindica cigarra, qué le vamos a hacer.
Aquí voy corriendo con el parapente, a sentir el viento y a tirarme en plancha. Voy a ver si viajo más, voy a ver si salgo más, voy a ver si me compro todos esos libros de viejo que se me van de precio, voy a ver si quemo el esquijama de topitos.
No sé ustedes, yo estoy hasta los cojones de tener miedo.