Ilustración: Martín Mazza by Ismael Álvarez |
-¿Eh? ¿Y esto de qué va? ¿Usted qué sabe de mis preferencias sexuales y qué importancia tienen para desempeñar un puesto de trabajo?
-No. Fíjate que yo soy heterosexual.
-Y a mí qué me importa?
-Bueno es por el "chaval". ¡Para que no se asuste!
-¡Vaya! Primero, no es un "chaval": ¡Tiene 21 años! Y segundo: No me interesa la oferta ni tener ningún tipo de relación con gente que tiene esa mentalidad.
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Es sorprendente, indignante e increíble que, en pleno siglo XXI, en España, donde se supone que hay mentes abiertas, tolerancia y respeto; donde nadie puede ser discriminado por razones de sexo, religión, edad, etc.; en un país donde se han dado pasos gigantes por la dignidad de la comunidad LGTB, haya personas (relativamente jóvenes y modernas) como este individuo. Podría decir que no merece una entrada en este blog. Pero no sobra denunciar aquí la actitud homófoba de alguien que cree que va de tolerante y respetuoso por la vida. Que "admite" a alguien homosexual pero se cuida de advertirlo, no vaya a ser que los demás "se asusten", como si se tratase de los leprosos bíblicos. Que cree que es importante la intimidad de alguien para desempeñar un trabajo. De gentuzas como este personaje sí que hay que avisar a los demás. Estos sí que asustan.
¡Qué valor! Pensar que alguien se va a asustar por algo así. Seguro que se sorprendió mucho con tu reacción, pero está bien dejar las cosas bien claras. Ni un paso atrás. Gracias por compartirlo, un abrazo!!
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