Hasta hace unos pocos días, la población granadina de Almuñécar vivió(sufrió) una huelga de recolectores de basuras que sumió a la localidad en las toneladas de desperdicios que producen sus habitantes, lo cual trajo como consecuencia la cancelación de las Fiestas Anuales, por motivos de salubridad. Sin embargo, como siempre, trabajadores y patronales llegaron a acuerdos, se volvieron a autorizar las fiestas... y ¡todos tan contentos!
Lo que no comprendo es que siempre estas cosas suceden en temporadas altas, cuando más perjudican a todos, y que normalmente no nos damos cuenta de lo valiosos e importantes que son ciertos trabajos que hasta miramos por encima del hombro. También me sorprende que todos los espontáneos que dan opiniones en los noticieros hablando del tema, olvidan que con muchas de sus actuaciones favorecen las basuras en las calles: los restos de los botellones, los papelitos en las calles, las colillas de cigarrillos en el suelo, la sacudida de alfombras y trapos por las ventanas, las latas y papeles donde caigan...
(Nota: Las fotografías no son de Almuñécar. Son de Zaragoza).
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