martes, 4 de septiembre de 2007

¿Hortera? ¿Kitsch? ¿Mañé?



Dicen que medio mundo habla del otro medio. Que unos critican y otros son criticados. Cíclicamente. Que si aquella mujer no se miró en el espejo antes de salir a la calle. Que aquel no sabe combinar (conjuntar) la corbata con la camisa. Que esos adornos de tan mal gusto que pones en tu casa... y un largo etcétera.
Pero resulta que algunas cosas son horteras o mañés y otras son kitsch. Es hortera el "gotelé" (término y técnica de acabado de muros difícil de definir). Mañé es usar sandalias con calcetines, o calcetines blancos con pantalón que no sea blanco. De mal gusto es llevar zapatos tipo mocasín con traje (o zapatos marrón con traje azul). Zapatos de tacón alto con chándal (sudadera) o abrigo de piel (aunque sea sintética) con zapatillas de deporte.

Y como en todo hay cuestiones culturales, hay a quienes les parece hortera la "iluminación" navideña, esas pequeñas bombillas de colores que decoran pesebres, belenes, ventanas, calles y tiendas, ahora casi desde septiembre hasta enero. Como mañés son las colecciones de imanes en la nevera, o las bufandas del equipo de fútbol de tus pasiones en la cabecera de la cama, o las "carpetas" (mantelillos) de ganchillo que nos regaló la tía abuela y abundan bajo adornos de porcelana y en los reposabrazos de las sillas del salón. La bailarina de flamenco, o un ramo de orquídeas de plástico o el toro encima de la tele (en las planas de hoy en día no se puede, por fortuna).


Y como el arte refleja, o se inspira, o copia, o exagera la realidad, el kitsch se dedica a exaltar esa realidad y la pone en el museo. Recuerdo alguna Bienal de Arte en Medellín, con exhibiciones de camas de terciopelo rosa, con cadena musical y minibar empotrados en la cabecera. Y cuadros con la imagen de estampita del Ánima Sola repetidas hasta la saciedad. Porque las imágenes religiosas (pido perdón a todo el santoral) dan mucho juego. Los ojos blanqueados, la mirada perdida, las caras de éxtasis (o de dolor abdominal)... (La llamarada del cuadro del Corazón de Jesús de mi vieja casa familiar amenazaba con quemar toda la casa, cosa que nunca sucedió).

Y como siempre, defiendo ese gusto que con el tiempo se convierte en algo "vintage", "retro", o muchos términos más, que le aportan un nuevo valor estético y hacen que las cosas del baúl del cuarto de sanalejo se conviertan en joyas familiares.

Pido perdón a todos los que crean que critico por criticar sus (nuestros) gustos. Son solo observaciones. Y dejo como arma en mi contra, las fotos de la portada de uno de mis viejos cuadernos de notas, una concha que hace poco me trajeron de regalo unos amigos y el recuerdo del Corazón-de-Jesús-en-vos-confío de la sala de mi casa.

Hortera: ordinario, basto, chabacano, vulgar, macarra. (Diccionario de sinónimos y antónimos, 2005. Espasa-Calpe, S.A., Madrid.)

Mañé: Persona sin gusto al vestirse y/o extravagante en su comportamiento social. El término mañé es un colombianismo. (¡Y aunque hay mucho mañé por ahí, no todos los colombianos lo son!)
Kitsch: La palabra kitsch se origina del término alemán yiddish etwas verkitschen. Define al arte que es considerado como una copia inferior de un estilo existente. También se utiliza el término kitsch en un sentido más libre para referirse a cualquier arte que es pretencioso, pasado de moda o de mal gusto.


2 comentarios:

  1. Lo bueno de las cosas de cristal que le regalan a uno es que, como dice una amiga... ¡ay! cualquier día en un descuido se caen y se rompen. (Dicho esto con todos los respetos por la buena intención que se presupone en el que regala, por supuesto).

    Saludos frágiles (con sandalias y calcetines,que ya refresca).

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  2. Jajajaja! No pude evitar soltar una carcajada al leer tu comentario y recordar a los turistas norteamericanos, con calcetines blancos, bermudas, sandalias y sombrero de zafari. Tienes razón, hay cosas de cristal que se rompen y otras son a prueba de caídas "accidentales". Y ni se te ocurra regalar la porcelana de la tía, porque a lo mejor al cabo de un añio alguien te la regala de nuevo al tratar de deshacerse de ella (de la porcelana, no de la tía).
    Ah, se me olvidaba comentar sobre el "estilo" de las colecciones de miniaturas...y demás compras por entregas periódicas en el quiosco más cercano.
    Saludos glamourosos.

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