Insisto. Faltan, según el calendario, 27 días para que termine el invierno en esta zona del Planeta Azul, pero la naturaleza insiste en adelantarse. Me alegran la vista y el espíritu los almendros en flor, los brotes de los árboles, las tímidas margaritas que bajan hacia el riachuelo y hasta unas silvestres florecillas que resolvieron instalarse en una maceta de mi ventana.
He leído algo sobre la depresión o melancolía otoñal y la depresión estacional, que ocurren cada año por la misma época y la sufren muchas personas debido a la disminución de la luz solar. Quizás por esto, en esta época se siente muy bien salir a la calle y, aunque aun hace frío, saber que la Madre Naturaleza se alía con los depres para regalarnos amarillos intensos, verdes relajantes y la esperanza de unos meses soleados.
"No creas que porque canto
tengo el corazón alegre
yo soy como el pajarito
que si no canta se muere".
Pues sí. A mí me dan "depres" estacionales, sobre todo en otoño y en primavera. Así que ya estoy temblando ;-)
ResponderEliminarSaluditos