Arturo Pérez Reverte comenta en su columna del XL Semanal, esta vez sobre los buenos modales y la cortesía, especialmente cuando nos dirigimos a personas que no conocemos o que nos prestan un servicio. Se queja el escritor de cómo ha ido desapareciendo el cortés "por favor" cuando pedimos algo al camarero, el "buenos días" cuando nos cruzamos con un vecino por las escaleras o en el ascensor.
En el artículo en mención, se queja de lo prácticamente imposible que resulta a veces que alguien te conteste el saludo e incluso trata de explicárselo:
"... no creo que deban atribuirse siempre a grosería o mala voluntad. Muchas veces se trata sólo de incertidumbre y timidez social, fruto de una educación deficiente: la inseguridad de no tener claros, desde niños, los usos elementales de cortesía y convivencia. Y no deja de ser contradictorio, en esta España saturada de demagogia idiota, buen rollito y compadreo cantamañanas, que despreciemos de ese modo las fórmulas que, precisamente, ayudan a que la sociedad de los seres humanos sea soportable."
Lamento tener que comparar esta situación con la de otras "sociedades" o "culturas", pero vivo hace once años en España y aún no me acostumbro a que me dejen con el saludo en la boca. A veces pienso que me cruzo con mucha gente sordomuda, más que maleducada. Tengo que ir cada lunes a una dependencia oficial a entregar una documentación. Suelo ir a la misma hora y me atiende (es un decir) la misma funcionaria, que desde hace treinta semanas, ningún día me ha contestado el saludo. Ella (malafollá o estreñida), se limita a decir: "¿Qué quiere?", a poner un sello en un papel y a no responderme jamás a un "Muchas gracias, que tenga un buen día".
Puedo asegurar que mi médico de cabecera (cuando no está de baja) no se ha enterado de cómo voy vestido a la consulta, en la que sólo estoy dos minutos, lo que tarda en imprimir una receta, y su sustituta se limita a sacarme el parte de baja a la sala de espera sin molestarse en preguntar si me siento mejor.
Las empleadas de los supermercados, excepto las latinoamericanas, se limitan a contestar, cuando preguntas dónde está tal sección: "En el tercer pasillo al fondo, búsquelo". La extranjera te acompaña. La vecina de tu misma planta, te cierra la puerta del ascensor en la nariz, aunque tú vengas cargado de paquetes. Estás hablando con alguien, o eso crees, y el interlocutor está chateando por el WhatsApp. Vas andando por la calle y si hay dos o tres "marujas" en medio de la acera conversando, ellas no se mueven aunque tengas que salirte al carril de los coches. La vecina no centrifuga la ropa y esta escurre sobre la tuya a punto de secarse. O sacude la alfombra, el mantel o lo que sea por la ventana. (Las gallinas de arriba se cag_ _ _ en las de abajo).
Las empleadas de los supermercados, excepto las latinoamericanas, se limitan a contestar, cuando preguntas dónde está tal sección: "En el tercer pasillo al fondo, búsquelo". La extranjera te acompaña. La vecina de tu misma planta, te cierra la puerta del ascensor en la nariz, aunque tú vengas cargado de paquetes. Estás hablando con alguien, o eso crees, y el interlocutor está chateando por el WhatsApp. Vas andando por la calle y si hay dos o tres "marujas" en medio de la acera conversando, ellas no se mueven aunque tengas que salirte al carril de los coches. La vecina no centrifuga la ropa y esta escurre sobre la tuya a punto de secarse. O sacude la alfombra, el mantel o lo que sea por la ventana. (Las gallinas de arriba se cag_ _ _ en las de abajo).
Extraño, once años después, los buenos días del conductor del autobús, incluso el "Dios le bendiga" del pordiosero, la limpieza del suelo de las cafeterías y del metro. Extraño la buena educación, la cortesía, el trato cordial, sin falsas zalamerías, de otras tierras "conquistadas" por la Corona Española.
Tienes razón a la funcionaria "estreñida" recomiéndale "CORN FLAKES de KELLOG'S"... ¿No dice el anuncio que eso da un mejor despertar?... Oye, una preguntita... aunque si llevas once años en ESPAÑA seguro que me voy de listo... ¿Lo de malafollá lo has aprendido de mí? ¡Porque entonces te hago otro premio titulado "OGG haciendo escuela" y a tí mi discípulo más aventajado!, jejejeje.... Y tienes razón con lo de la educación, pero lo mejor es el "contra-ataque", que es lo que hago yo:
ResponderEliminar- ¡Buenos días! (A quien sea...)
- (Quien sea...) -no responde
- Perdone, se le ha caido algo...
- (Quien sea) -mira al suelo y no ve nada, entonces te mira y te dice: ¿El qué...?
- ¡Los buenos días!
Te juro que no falla, a partir de ese día te devuelven el saludo siempre..
Vaya, hoy estás con un poco de morriña.
ResponderEliminarPerdón, que no he empezado bien este comentario...
Buenos días, Púrpura. ¿Cómo estás hoy?, espero que bien. Parece que salió buen día. Saludos a tu familia. Bueno, adiós, hasta otra ocasión. Que tengas un buen día...jajaja.
Mejor así, ¿no?
Besos y agur
Supongo que hay gente maleducada en todos los países, pero por norma general, o debería ser así, la gente siempre contesta cuando se les saluda con una sonrisa.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que cuesta muy poquito ser educado, amable, cortés, etc.... pero se han perdido mucho todos esos modales lamentablemente. La mayoría de la gente va con prisas a todos los sitios y con cara de amargados. Es triste pero encuentras muy pocas personas que todavía tengan una palabra amable en la boca y una sonrisa en su cara.
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