Los familiares de los pasajeros del vuelo 447 deben abandonar las esperanzas de que alguien haya sobrevivido la caída del avión en el océano Atlántico según les informó el jueves Air France, mientras los socorristas continuaban la búsqueda de los restos de la aeronave.
El director general de Air France Pierre-Henri Gourgeon informó a los familiares en una reunión privada que el avión se desarmó en el aire o cuando golpeó la superficie del mar.
Gourgeon les dijo a las familias que no había sobrevivientes. La caída del vuelo 447 se convertiría así en la mayor tragedia de la historia de Air France y el peor accidente en vuelos comerciales en todo el mundo desde 2001. (Fuente: W Radio).
Esta quizás haya sido la noticia de la semana. Una dolorosa tragedia porque nadie se espera que suceda un accidente aéreo donde viajan sus familiares y amigos y en un segundo se pierden sus vidas, sus equipajes emocionales, sus palabras y sus voces. Pienso que allí viajaba el novio que poco antes, en el aeropuerto, besaba a su novia prometiéndole volver pronto a casarse con ella y vivir toda la vida juntos. El inmigrante que iba en búsqueda de un nuevo futuro a un país nuevo y extraño. El que volvía del funeral de un ser querido. O de sus vacaciones después de años de no ver a su familia. El que regresa a casa de su inolvidable experiencia en un país exótico. Alguno iría durmiendo y dormirá por siempre en el fondo del océano. ¡Cuántas palabras quedaron sin decir! Cuántos Te Quiero no se expresaron ni se sintieron. ¿Cuántos vivieron pensando que la vida son dos días? Cuántos estarán llorando un cadáver que no existe? ¿Alguno llegaría tarde al aeropuerto y perdió el vuelo final?
"Recuerdo haber leído algo que escribió un hombre -un autor famoso-; decía que si se anunciara que el mundo va a acabar dentro de una hora, se formarían largas colas en los teléfonos públicos (o los móviles se colapsarían), de gente que querría llamar a otra gente para decirles cuánto los querían.
Yo no creo en eso. Creo, en cambio, que la mayoría de nosotros pasaría la última hora lamentándose: "¿por qué no hice lo que quería hacer?". (Capitán Delaney. El Primer Pecado Mortal. Lawrence Sanders)
Uy, que doloroso. Y estoy de acuerdo contigo. Creo que desperdiciariamos nuestro último momento, quizá en la muerte habrá algún consuelo, o nos lamentemos más al no haber hecho lo que quería hacer.
ResponderEliminarConmovedor y muy cierto.
ResponderEliminarHay que expresar afecto a tiempo.
En mi vida solo una persona ha muerto. Fue hace siete años, y cada día sin que falte uno solo recuerdo a mi abuela Marina, haciendo magia. Ahora a minha avo esta a viver dentro de mim!
ResponderEliminarse as pedras sao inmortaes por nao quer ter filhos as pessoas sao pelas lembranças e sabe mago merlin? eu tenho tambem lembranças de você: a minha lembrança ainda mais querida!
te cuento un secreto, puedo?, gracias:
ResponderEliminarcada día, mando un mensaje por movil a mi difunta abuela.
Cogo mi móvil y tecleo lo mucho que la quiero, le cuento cosas que solo a ella le diría, y finalmente invento un número al azar y lo envió!
Hoy mi abuela, me ha escrito. No ella, claro, sino alguien que recibió mi mensaje, y se ha hecho pasar por mi difunta abuela. Me ha escrito lo siguiente: "querido nieto, no lo olvides, desde el cielo siempre te querré para que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Un beso, tu abuela marina."
no lo he podido evitar, he vuelto a enviar un mensaje con una sola palabra: "gracias"!
gracias a estos mensajes de mi dufunta abuela, sé que en el cielo se viaja en tranvia como en la ciudad de Lisboa y que se cantan hasta fados!
ResponderEliminarsé que en el cielo hay personas buenas, pero sé que en la tierra las hay geniales, y si no me crees ve al cuarto de baño, mira al espejo y niegame que no existen personas geniales!
Esto ha sido muy triste. Aprovecho para enviarte un abrazo, uno nunca sabe que pueda pasar mañana...
ResponderEliminarSin embargo uno no debe perder la esperanza así sea un final doloroso, no crees?