De niño siempre quise ser el más rápido
de adolescente quise ser el más bonito...
de universitario quise ser el más inteligente...
de adulto quise ser el más próspero...
de maduro quise ser el más bueno...
de viejo quise ser el más sabio...
Ahora, desde mi orilla, contemplo que los gusanos
piensan que no soy ni más sabroso, ni más especial,
ni más apetitoso que otro cualquiera.
Y con el último resto de cerebro y corazón que aún
los bichos no devoran, me pregunto
si todo ello valió la pena.
Por cierto.. me ha encantdo tu blog.
ResponderEliminarSaludos!
Amo a Aleida cuando no habla de politica, porque es entonces cuando ella y yo marcamos nuestros territorios como hombre y mujer... no nos entendemos.
ResponderEliminarPor otro lado... ese escrito inicial me ha encantado... lo copiaré para llevarselo a mi madre... le gustan las citas inteligentes y sé q esa le encantará
saludos desde mi lejana galaxia
Hola amigo. El poema EPITAFIO es de mi autoría. Quedó de finalista en el concurso de cuento del malpensante y ganó en el concurso de la cultura en Itagüí. Aparece completo en el periodico del cual soy columnista en esta direccón:
ResponderEliminarhttp://asmedasantioquia.org/momento_medico/edicion_91/calladapresencia.html
El texto completo dice:
EPITAFIO
De niño siempre quise ser
El más rápido, el más ágil
El más alegre
De adolescente quise ser
El más bonito, el más atractivo
El más cotizador
De universitario quise ser
El más inteligente, el más interesante
El más agudo
De adulto quise ser
El más próspero, el más exitoso
El más rico
De maduro quise ser
El más bueno, el más noble
El más justo
De viejo quise ser
El más sabio, el más generoso
La última palabra
Ahora desde mi orilla
Contemplo que los gusanos piensan
Que no soy
Ni más sabroso, ni más especial
Ni más apetitoso
Que otro cualquiera
Y con el último resto
De cerebro y corazón
Que aún los bichos carroñeros no devoran
Me pregunto
Si todo ello bien valió la pena.
Emilio A. Restrepo Baena
www.emiliorestrepo.blogspot.com