Encuentro en viejos papeles una colección de textos de Gian Franco Pagliaro que hace años te regalé (¿te acordás?). ¡Cuánta nostalgia impresa en un folio amarillo!
Me gustaría gritarlo a los cuatro vientos, por los siete mares, por los cinco continentes, cuánto te amo. Quisiera contarlo al primero que pasa lo que me está pasando, lo que siento por ti; me gustaría escribirlo en la corteza de los árboles, en los muros de los edificios, en las veredas de las ciudades más transitadas, en el viento, en el agua, en el aire húmedo de la noche, en los vidrios empañados de los autos, en las mesas de los bares, en los pizarrones de todas las escuelas, en los cuadernos de los alumnos; me gustaría publicarlo en los diarios, difundirlo por la radio, publicitarlo en la televisión, en los afiches, en los folletos turísticos, en las marquesinas de todos los teatros y de todos los cines; quisiera que todo el mundo supiese cuánto te amo.Tanto amor no puede ser anónimo, tiene nombre y apellido, tiene cosas qué decir y canciones qué cantar no se merece vivir a la sombra, amarse en silencio, viajar de polizón. Este amor escondido algún día saldrá a la luz del día y ese día amor mío todas las mañanas serán tuyas. Te lo prometo y te lo firmo, confía en mí amante mía, y te llevaré por los caminos como una bandera al viento. Pero ahora no, no puedo, tengo miedo y tú sabes por qué.
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