Forme un cuenco con las manos, deposite las lágrimas una a una. Lleno el cuenco, vacíelo en un paraje extraño y forme tantos mares como sea necesario. Bautice los mares con nombres apocalípticos y hermosos. Evite las obviedades como Mar Amargo, Mar de las Penas y los Gozos...
Mar Árbol, Mar Sol, Mar Sombrero y nombres parecidos son los más indicados.
Subcomandante Marcos
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OBSERVATORIO GAY GRANATENSE (por si acaso): Si me ha impresionado esta cita, he de reconocerlo, mucho más me ha impactado saber el autor de la misma. Yo llamaría a mi mar de lágrimas "Lago de intercesión"
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