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| Foto: Merlín Púrpura Primer Premio Salón Fotográfico UPB, 1987 |
Esta mano nerviosa y pequeña que todos ven,
esta mano de uñas pintadas y piel frágil
ha cometido sin temblar
oscuros asesinatos fracasados
y algún suicidio rencoroso
en el abandono de la almohada y las lágrimas.
Esta mano ha mentido en salones y calles
con ceremonias usadas y ajenas.
En habitaciones oscuras, esta mano
ha huido de la ternura,
pero lenta como ola de aceite
ha dado placer a los cuerpos.
Esta mano ha ordenado en filas las palabras
para llevarlas al abismo
y hacerlas decir ya sin aliento
del esplendor de las pobres emociones,
del desplome de las ruinas aún en pie,
de la sal viva en las pestañas.
Esta mano ha robado en duermevela
cosas que nunca se atrevió a hacer suyas
y ahora en su palma sólo tiene roces
y el vacío en el que estuvo otra mano.
Esta mano tiene atravesadas las líneas
de una vida que se perdió
porque no supo, no comprendió, no quiso.
María Mercedes Carranza.
De todo lo que se puede expresar con las manos, hay un gesto que siempre me emociona: "Bendecir" porque intentan traer todo lo bueno sobre la persona sobre las que se imponen, como el gesto de sanar, por ejemplo. Y ya lo dice el refrán, sobre el respeto que se le debe a las manos "Cuidado donde metes las manos, que luego van al pan" y no creo que sea un refrán que debamos entender higiénico, sino que se refiere a otro elemento, otro símbolo universal, del sustento humano y su necesidad de apoyo: "el pan".
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