Día para recordar el tiempo de verano, para tararear un blues desgarrado y melancólico o aquel bolero que cuenta la historia de un amor que crece poco a poco a pesar de dudas y temores. Día para botar por la borda la razón, para sentir a flor de piel, caminar en silencio, sentir la suave caricia del sol y de tus manos. Día para compartir miradas secretas, nombres cifrados, sonrisas cómplices. Día para compartir tus silencios y ansiedades y hacerlos míos. Día para hablar con payasos de colores que con sus sonrisas evocarán una tarde que quedó varada en la amplia bahía de mi memoria.
lunes, 14 de abril de 2008
Lunes
Día para recordar el tiempo de verano, para tararear un blues desgarrado y melancólico o aquel bolero que cuenta la historia de un amor que crece poco a poco a pesar de dudas y temores. Día para botar por la borda la razón, para sentir a flor de piel, caminar en silencio, sentir la suave caricia del sol y de tus manos. Día para compartir miradas secretas, nombres cifrados, sonrisas cómplices. Día para compartir tus silencios y ansiedades y hacerlos míos. Día para hablar con payasos de colores que con sus sonrisas evocarán una tarde que quedó varada en la amplia bahía de mi memoria.
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