martes, 22 de abril de 2008

Para tí, Loca Hermosa

Ahora soy infeliz porque sé a qué hueles, conozco el lento caminar de tus manos, la frescura de tus caricias y el calor de tu cuerpo...

Definitivamente descubro entonces que te amé, te amo y no sé si te amaré.

Estoy aquí, quieto, viendo cómo te alejas sin que yo pueda ni quiera hacer nada para impedirlo...

No entiendo tu deserción pero no me detendré a explicármela: para ello tendría que acudir a la razón y no quiero espantar el hada del amor y la ternura.

¡Me dueles y no te imaginas cuánto! No. No puedes. Para ello tendrías que sentirme y eso ya no es posible. Te vas lentamente, como llegaste, silenciosa, sin hacer ruido y entonces me desespero por no poder defender esto que siento, que me ahoga y me hace infeliz.

Me desamas y no puedo evitarlo; puse como condición entre nosotros la libertad; me toca ser a la fuerza consecuente. Ahora entiendo por qué se es inconsecuente en el amor tan a menudo y con tanta terquedad.

Todo empezó por mi deseo de mirarte dentro, extenderte mi mano y aquí estoy cual termita presa de tu luz que se apaga.

Ni siquiera tengo el consuelo de un adiós, de un adiós, de una despedida (festiva como la bienvenida). Me toca apretarme fuertemente con mis propias manos para no perderme, para no olvidarme del ensueño.



(Copiado de una cartelera, por allá en los años de facultad. Lo escribió algún loco enamorado... Pero no pierde validez. Es lo que tiene Amar)

1 comentario:

  1. Pero al final prefiero estar sin él, que con él y estar solo...

    ...como esa parejita que subió ayer al bus. El primero lo recuerdo porque una vez en el gym me siguió pa'mostrarme lo que yo no quería ver, y al otro desde que éramos más jóvenes y nos deseábamos a pesar de que nunca pudimos tenernos. ¿Lo triste? Ver a esa persona que deseaste, desgastado por una relación en la que se nota gasta toda su energía(hasta la que no tiene)con una persona a la que ni le importa si estás o no.

    A pesar de que el recorrido en el bus fue corto (7-8 minutos), las únicas palabras que se dijeron fueron: -aquí nos bajamos. Y fue cuando el que me conoce me vio y vi por fin una luz en esos ojazos azules, -tristes, como preguntando en qué me equivoque-, mientras el otro desbordante de lujuria y alegría!...

    A veces se me olvida que el amor es así, uno muere por el otro y al otro no le importa...

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