Según informaron los noticieros, Cristina, una mujer valenciana de 41 años y maestra de primaria murió en Madrid tras caerle encima un escudo de cemento que se desprendió desde 30 metros de altura del edificio de una conocida aseguradora -qué ironía-. Cristina siempre había querido visitar Madrid y cumplir el rito de nochevieja de comerse las uvas en la Puerta del Sol. Este año, ella y una amiga suya, Pilar, cumplieron ese deseo pero el "azar" le dio otro final a la historia, cuando la víctima y su amiga paseaban por la calle de camino al Museo Reina Sofía, justo la víspera de regresar a su ciudad. El accidente ocurrió justo en el lugar donde salen a fumar los trabajadores de la empresa y no afectó a ninguno de ellos (no se ha informado si estaban allí o no) ni a la compañera de la víctima.
Sara, la madre de un antiguo amigo, era quien surtía de arepas a muchas casas y negocios de Medellín. Con su trabajo hasta altas horas de la madrugada, se ayudaba a sostener a su familia. Siempre estaba en la labor: la casa, los hijos, los nietos, los amigos de sus hijos. Para todos siempre tuvo un plato de comida, que milagrosamente hacía "rendir" para todos. Su generosidad y humildad siempre me emocionó porque me recordaba una especie de "multiplicación de los panes y de los peces". Como es común en historias de inmigrantes, su hijo menor -el antiguo amigo- vino a España, luego la madre de sus nietos, que quedaron a su cuidado. Hasta que pudieron "traérsela" a Zaragoza. Aquí vi a Sara feliz, acoplada, sin quejarse de calor ni de frío y desbordando tanta energía como cuando la conocí, tanta que seguía con su negocio de las arepas por los locutorios de la ciudad. Un día volvió a Medellín, "solo de vacaciones" y a celebrar los 15 años de su nieta menor. Dos días después de su llegada, falleció de un ataque cardiaco.
¿Quién habría de pensar que Cristina, la valenciana, no regresaría a su ciudad después de cumplir un sueño? Posiblemente Sara, la antioqueña, nunca se imaginó que tomaría un avión para regresar a dejar sus huesos en su tierra y no en la que estaba tan feliz en sus últimos años. Y luego dicen que la muerte le busca a uno. Pienso que uno va a donde tiene que morir. Un poeta decía: "... es triste no saber a dónde vamos al morir". Pero tampoco sabemos dónde moriremos.
"La muerte está tan segura de su victoria,
que nos da toda una vida de ventaja"
que nos da toda una vida de ventaja"
HOLA ¡FELIZ AÑO 2008! PARA COMENZAR LLEGO ACÁ POR CASUALIDAD... DE ESAS CASUALIDADES QUE LLEGAN COMO LA BRISA CUANDO TENES CALOR... AL MENOS ALGUIEN, Y GRACIAS A DIOS, ESCRIBE COSAS DIFERENTES DE LAS QUE YO ESCRIBO, PORQUE QUE TAL QUE TODOS ESCRIBIERAMOS SOBRE LO MISMO... SERÍA TAN ABURRIDO... TE AGREGARÉ A MI BLOG PARA VISITARTE MAS SEGUIDO...
ResponderEliminarA PROPOSITO: PARECE QUE TE GUSTÓ MUCHO "OPEN DE WINDOW PARA QUE LA MOSCA FLY", A MI ME GUSTÓ MUCHO TAMBIÉN, A PESAR DE QUE CONOZCO AL AUTOR QUE ES UNA MIERDA TOTAL, EL LIBRO ES MUY BUENO...
ABRAZOS...