Uno vuelve siempre
por aquellos sitios
donde amó la vida.
Uno va perdiéndose en sí mismo tratando de encontrarse. Uno procura mantener los ojos abiertos. Uno no deja de sentirse solo, a pesar de la compañía. Uno se hace más vulnerable cada día. Uno llora de verdad, con motivos recientes y pasados. Uno -a veces- carga una detestable alegría química. Uno pierde la esperanza y la recupera cuando ve a dos que se aman de verdad. Uno vuelve a creer que el amor no es una transacción comercial cuando, después de ocho años de convivencia, ve a dos amantes que se miran con devoción y veneración. Uno se decepciona cuando escucha que el amor es un año de pasión, dos de enamoramiento y luego comodidad. Uno descubre que dos años después de una muerte, aun no ha elaborado el duelo y escuchar una canción le hace llorar a mares por el que ya no está. Uno extraña los amores del pasado y amigos del presente que no dan señales de vida. Uno tiene pesadillas con vivos y con muertos. Uno tiene corazas que no derriten la lágrimas. Uno siente el fracaso, la hartura, la indeferencia. Uno tiene ángeles a su lado. Uno no ve salidas ni luces al final de túneles. Uno no ve el túnel. Uno sabe lo que es el limbo. A uno le quedan pocos sueños. Uno no sabe qué ideas vestir cada mañana. Uno se siente lúgubre. Uno está cubierto de niebla. Uno no es de aquí ni es de allá. Uno no es de nadie. Uno ha perdido la rebeldía. Uno quiere deshacerse, esfumarse, desparecer. Uno dice: ¡Basta!
Es precioso. ♥
ResponderEliminarSi es un texto para compartir (no me acuerdo de si has mencionado la autoría) ¡Es precioso! Si es un texto tuyo, me gustaría decirte tantas cosas, pero es que ¡es tan fácil ponerse a dar consejos al que sufre!... ante estas palabras sólo cabe una postura, callar y adorar el misterio del sufrimiento humano...
ResponderEliminar¡es tan fácil ponerse a dar consejos al que sufre!... perdoname por copiar el texto de comentario anterior... pero es que es verdad para que explicar por que no estas y es mas facil disfrutar " que estas ".
ResponderEliminarEntonces UNO siempre se queda de lado de sus vacíos, esos que por mas que le echemos sueños, anhelos, besos, caricias y un sin fin de protagonismos siempre terminan siendo NADA.
ResponderEliminarQue tan ligero se vuelve el ser humano cuando se permite cuestionarse ante sus carencias que siempre serán muchas aunque tenga la posibilidad de llenarlas.
Un abrazo.
Nunca hay que dar consejos al que sufre. SIEMPRE, antes de abrir la boca, hay que ponerse en los zapatos del otro, porque es muy fácil aconsejar.Lo que hay que hacer es ESCUCHAR, preocuparse por el otro, preguntarle cómo se siente, qué le sucede, y que esconde detrás de esa ALEGRÍA FINGIDA?
ResponderEliminarUn abrazote