domingo, 6 de noviembre de 2011

¡Llorar y llorar! ¡Llorar y llorar!











Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.


Atravesar el África,llorando.
Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.


Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.


Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!



2 comentarios:

  1. Se me han humedecido los ojos de tanto llorar... un poco angustiosa la poesía, aunque yo soy más de la opinión de que siempre hay motivos para reír.... (Y eso te lo dice uno que llora viendo los documentales de LA 2 cuando la gaviota hija de puta ataca a la cría de pinguino, jejejejeje....)

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  2. Hola, bueno muy triste con tantas lagrimas su entrada compañero.

    Un saludo

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