Esta escalera -o lo que fue en tiempos- me la encontré en las vecindades del barrio de La Magdalena, en Zaragoza. Una mañana de domingo se me cruzó en el camino y no podía resistirme a la tentación de grabarla en los megas de mi cámara. ¡Cuántos pasos habrán andado por allí! Zapatillas, sandalias, tacones altos y bajos, pies descalzos, rápidos y lentos... Besos furtivos, palabras fuertes y dulces y secretos en susurros. Me imagino a la chavala bajando de prisa a ver a su novio; a la abuela pisando con temor a caer; el chico escapando de los sermones de su madre... Historias que quedaron para siempre en esos escalones, en las paredes de aquella casa de la que hoy sólo quedan las huellas de una demolición y las arrugas del pasado... Pasos, hacia arriba y hacia abajo, a los sueños y las pérdidas. Un eterno subir y bajar.
Una escalera muy particular... muy literaria como corresponde a una muy buena foto, cari.
ResponderEliminarBezos
Dia de la Escalera?
ResponderEliminarMira que se inventan cada cosa....
En todo caso me gustó la foto y el texto.
Saludos,
Muchas gracias por participar en este juego de locos de un 13 de octubre. Felis Stairs day
ResponderEliminarInteresante propuesta,lo mas fascinante es que no a muchos se les ocurriria que algo que creemos tan "insignificante" o mejor dicho común, como una escalera, encierre todas las cosas decis, y pensandolo muy bien hay muchas más!!!
ResponderEliminarSaludos.
Nada mas soso que el dia de la escalera, pero en fin.
ResponderEliminarDebo añadir sin embargo que la reflexion y la fotografia da mas que pensar de lo que se puede pensar de uan escalera.
Temina volviendolo un post bello y poetico.