A propósito del comentario de Tenmempié, sobre la película Valentín, recordé apartes de Inshallah, uno de los magníficos libros de la fallecida periodista italiana Oriana Fallaci.
" ...la necesidad de amar es una necesidad que hay que satisfacer en pareja pero ... su cantidad o calidad casi nunca está equilibrada, en los dos, por simetría y sincronismo: cuando está disponible él, no está disponible ella; cuando está disponible ella, no está disponible él... O bien están disponibles los dos pero para satisfacer la necesidad de él basta con un sorbo, para satisfacer la necesidad de ella no basta un río y viceversa. En mi opinión, el anatema que Dios lanzó contra Adán y Eva al expulsarlos del Paraíso Terrenal no fue tú-parirás-con-dolor, tú-te-ganarás-el-pan-con-el-sudor-de-tu-frente. Fue: cuando-él-te-quiera, tú-no-le-querrás; cuando-ella-te-quiera, tú-no-la-querrás."
" ...del mismo modo que no se puede amar a un muerto eternamente, no se puede amar eternamente a quien no nos ama."
Me imagino a los dioses -Eros, Cupido, Kamadeva o ese que llaman directamente Dios- jugando a lanzar flechas envenenadas a diestro y siniestro a los humanos. Y disfrutando desde las alturas del caótico torbellino de sentimientos amorosos resultante.
ResponderEliminarPero a pesar de todo, aun asimétricos y asíncronos, seguimos esperando los pinchazos.