Abel Arana comentaba ayer en su blog acerca de la manifestación en Francia en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo. Con su certera tecla (ya la pluma no se lleva para escribir), ha expresado algunas opiniones que comparto (y otras no tanto). Me uno a estas palabras, tomadas textualmente de su post:
Creo recordar que cuando alguien se casa, lo hace por amor. Y esto es lo que les duele, supongo. Legalizar el matrimonio gay supone aceptar que dos hombres, o dos mujeres se aman y, de manera natural, quieren legalizar su relación. Igual que cualquier hijo de vecino. Pero eso, a la derecha le escuece. Para ellos, “lo gay” debe ser una vida de vicio y perdición y por lo tanto, debe ser marginado y tratado como un ciudadano de segunda. Pero no, ellos jamás admitirán que exista amor. Porque claro, si los gays se casan y llevan una vida normal y corriente… eso puede ser un cataclismo para una persona de derechas y religiosa(...)
...vé y es que el amor no es un vicio pues...no se...y digo lo que digo siempre yo puedo "AMAR" a esa persona que esta a mi lado y no necesito papeles para demostrarselo y, por lo menos para mi todavía el matrimonio sea por donde sea es solo eso...papeles...
ResponderEliminarEso es, les escuece!! pues van a tener que fastidiarse un poco, porque no les vamos a dar mucha tregua!!
ResponderEliminaroooh!!! bien expresado....ok
ResponderEliminar