De la serie: Homenaje a Luis Caballero Autor: Merlín Púrpura |
Suele ser cuestión de magia o química
-como le dicen algunos.
Pero, claro, como ponemos nombres equivocados
a las cosas que no entendemos,
muchas veces le decimos al viento
o a unos ojos negros
Te Quiero.
Y nos embarcamos en un viaje de no retorno
en el que sólo se salva
al final de la historia
trágica o cómica
o, peor aún, feliz.
Nos sentimos dueños
de algo que no podemos explicar
y comprometidos con lo que más tememos
y nunca llega: El futuro.
Comienzan las condiciones
porque hasta ser incondicional
es poner una condición.
Cuando se está con otro
por temor a perderlo
-porque te pierdes-
y cuando se trata de sostener una relación
-porque no basta relacionarse-
se sufre más en dúo que en solitario.
Porque en solitario sólo te preguntas
qué hacer con una tarde sabatina
o con dos besos atrancados en los labios
Pero en dúo te preguntas
qué hace él en esta tarde sabatina
y de quién son esos besos
enredados en sus labios.
¡Carajo!
Si para sufrir basta solo uno
pero para sufrir y joderse
se necesitan dos.
Natalia Solano
¡Que gran verdad! Debemos de tener un gen masoquista asociado al amor y a los estados carenciales de afecto, además ya sabes nuestro refranero español "Quien bien te quiere, te hará sufrir"... Cosas de la vida que no vienen en ningún manual de instrucciones del ser humano...
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