"Tenía ganas de morirse. Como si adivinara que no podía sobrevivirlo. Sin él, el aire sería insuficiente. Tenía miedo de habitar un mundo donde no estuviera NN. No sé si esto era Amor o se trataba de ese acostumbramiento que es el más semejante sustituto del Amor. O si era una división de tareas tan estricta entre uno y otro, de dos seres que siempre han permanecido juntos, que cuando uno de los dos presiente que el otro le va a faltar, se enfrenta al horror del vacío, a la impotencia para realizar por sí mismo las tareas que correspondían al otro, a la certeza de no poder ver una madrugada sin percibir la respiración de su otra mitad que duerme al lado (...)
Bien podía ser un extraño gesto de egoísmo: permito que tengas el dolor de mi muerte, porque soy incapaz de sobrellevar el dolor de la tuya. O de valentía: Ven, no temas a la muerte, yo te abro el camino, allá te espero cuando pierdas el miedo de morirte, que es lo único que te ata a la vida. "
Cartas Cruzadas
Siempre digo que preferiría morirme antes que mi novio, para no pasar el sufrimiento de verle morir a él primero... luego me doy cuenta de cuán egoista es esta posición (que sufra él, no yo) y de que, desgraciadamente, el ser humano se recupera de todo golpe, es decir, murió mi padre, y no se acabó el mundo, duele, sí, pero se sigue caminando...
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