"Mi unicornio azul ayer se me perdió, pastando lo dejé y desapareció. Cualquier información bien la voy a pagar, las flores que dejó no me han querido hablar". Silvio Rodríguez |
Como todas las mañanas, el marido fue el primero en levantarse. Bajó las escaleras de la casa, fue a la cocina y prendió la cafetera para hacer el café. Y, como todas las mañanas, corrió las cortinas para ver cómo estaba el día y escoger el color de su corbata. Cuando vio que en el antejardín de su casa había un unicornio blanco con un cuerno dorado en la frente, comiéndose las flores. El hombre pensó que estaba soñando. Se estregó los ojos, pero era verdad. Abrió la puerta y se acercó. El unicornio, que se estaba comiendo una mata de novios, meneó la colita. Él estaba fascinado. Rápidamente pensó: "¿Pero mi esposa se está perdiendo esto?".
Subió las escaleras. Fue al cuarto, donde la mujer todavía estaba roncando entre las sábanas. Tocándola, le dijo: "Mi amor, abajo, en el antejardín hay un unicornio que tiene un cuerno dorado en la frente y come flores". Pero ella en medio de un ronquido le dijo: "Los unicornios son animales mitológicos". A lo que él le respondió: "Bueno, tú te lo pierdes"
Bajó corriendo las escaleras, fue al jardín y esta vez el unicornio se estaba comiendo la orquídea preferida de su señora. Pero a él no le importó. "¿Pero cómo se va a perder esto mi mujer?". Volvió a subir rápidamente al cuarto y le dijo: "Mi amor, no te lo pierdas". Esta vez la mujer se sentó en la cama, lo miró fijamente y le dijo: "Cada vez estás más raro y más loco. Te voy a dar una lección."
-"Tú te lo pierdes", le contestó. Bajó corriendo las escaleras, fue al jardín, pero el unicornio había desaparecido.
Una hora después, los dos estaban desayunando en el comedor. Tocaron la puerta. Eran el psiquiatra de la familia con un enfermero que traía una camisa de fuerza. El médico preguntó cuál había sido el motivo de la llamada y la señora empezó a decir: "Vea doctor, es que mi marido se la pasa pensando que los haiku, que la poesía, que los cuentos. Ahora resulta que está diciendo que en esta casa hay un unicornio blanco con un cuerno dorado en la frente comiendo flores". El médico le preguntó al señor: "¿Y usted qué puede decir a eso?". El señor le contestó: -"Doctor, los unicornios son animales mitológicos!".
Entonces, a la orden del psiquiatra, el enfermero le puso la camisa de fuerza a la señora y se la llevaron para el manicomio porque estaba deschavetada.
(Anónimo)
a ese unicornio no lo dejo solo pastando ni de riesgos, que luego me lo quitan en un abrir y cerrar de ojos jejeje. muy graciosa la historia, el marido puede que este loco pero de tonto no tiene un pelo.
ResponderEliminar¡Y que al final no me enteré de quien es el deschavetado, si el marido o la mujer! Aunque me recordó ese bello cortometraje, por el título del post, que nos pusiste una vez del unicornio, aquello sí que fue una de las cosas más bellas que he podido ver... yo no creo en unicornios, pero sí en los ángeles de la guarda ¡cada cual tiene sus cosas, jejejeje!
ResponderEliminarPor cierto, el palabro de verificación es "PIEDYNDI GREEKIZ" que me suena a pedigüeño rumano piediendo por el rescate de Grecia, jejejeje...
Muy bueno el final!! jajaja
ResponderEliminarPero la mujer... podría haber tenido un poco más de confianza en su marido ¿no?