domingo, 13 de diciembre de 2009

Después de mí, epitafios

Mi cuerpo es mi obra de arte. Mi manifestación política. No tengo un cuerpo propio. No me pertenece. Mi cuerpo siempre fue el cuerpo de otros. Así que lo hago desaparecer. Voy a transformarlo hasta que no se entienda. Hasta que no pueda ser nombrado .
Gemischt

Andronym y Gemischt son dos creadores sin identidad al igual que el célebre grupo The Residents, el grafitero Bansky y tantos otros artistas que se mantienen bajo el anonimato. Se desconocen sus nacionalidades, edades, domicilios y por supuesto sus verdaderos nombres. Únicamente se sabe que trabajan juntos desde el año 2000 y que residen en Berlín. Sus obras han girado hasta hoy entorno al tema La identidad y sus vidas se han convertido en sus propias obras de arte. Se denominan a sí mismos como accionistas. Para poder ver su obra tienes que pasear por las calles de Berlín. En ellos podrás encontrar pintadas, adhesivos, instalaciones urbanas e incluso puede ser que a ellos mismos en plena acción. En su última obra trabajan sobre la Identidad de Género y todas están firmadas bajo el nombre de Genderless.

Basada en esta idea, el
Colectivo 96º presenta por estos días en Zaragoza la obra experimental Después de mí, epitafios, que pretende cuestionar el concepto de identidad y profundizar especialmente en la identidad de género. Para ello crean una representación dentro de otra. Toda la pieza es en sí misma una mentira. De esta manera cuestiona la irrealidad en la que vivimos al aceptar unos códigos sociales.El espectador asiste a una seudo-conferencia, un documental y la visita a los blogs de los artistas. Lidia González Zoilo y David Franch, los actores, hablan con el público sobre la identidad de género en una especie de coloquio en el que exponen e ilustran que la identidad de género no es más que un código socialmente adoptado. Se preguntan si esa identidad está en la cabeza, en el corazón o en los genitales. Nos hacen dudar del significado de un hombre travestido en mujer posando para un fotógrafo sobre una retroescavadora. Cuestionan los significantes del vestuario masculino o femenino, las actitudes que adoptamos si tuviésemos que ubicarnos en espacios marcados para hombres, mujeres, sin género... Evocan obras de arte con sus cuerpos desnudos. Confrontan al cuerpo frente a las convenciones sociales, las posibilidades de transformarlo -mediante la ropa, las posturas, las prótesis...- para convertirlo en otro o para diluirlo.

1 comentario:

  1. wow! que belleza! este texto me cautiva, la identidad de genero, otra rigida creencia perfectamente enraizada, otra prueba mas de que de una u otra forma seguimos siendo domesticados. Me encanta esa propuesta.
    Lumediana

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