domingo, 28 de diciembre de 2008

A veces llegan cartas (10): Vivir con miedo es como vivir a medias

Acabo de recibir, "desde la puta mierda", este mail de Javi, un entrañable amigo. Él emigró dos años antes que yo, a los Estados Unidos. Y también ha vivido lo suyo. Quisiera tener su coraje, empacarlo todo y comenzar de nuevo en otro lugar. Y como estoy de acuerdo con él en cuanto a estas cosas del año nuevo y los propósitos que se olvidan en la segunda quincena de enero, publico su carta porque me ha dejado sin palabras. No tendría más que agregar... (¿o sí?) Ya veremos. A lo mejor escribo mis propias impresiones de este año y solo me hago una promesa: No me haré promesas.



Hace unos días me ha escrito mi amiga María y me ha preguntado cuando es que voy a escribir ‘eso que siempre escribo’ a fin de año. Y no me había fijado que no había pensado en nada. Y es que he estado enviando estos correos a mis amigos desde hace mucho tiempo (¿diez años?) Siempre tratando de contarles de mi obra y milagros y de todo lo que me pasa, tratando, tal vez inconscientemente de mantener un vínculo con esa vida que deje hace diez años, cuando todo cambió.


Diez años. Parece mucho y parece poco, pero no deja de parecerme. Algunas veces todo este tiempo pesa como el cemento y algunas veces es tan ligero que no lo siento. Pero siempre está presente. Porque no único que no cambia es el tiempo, que sigue corriendo ¿no? Y este puede probar ser un año decisivo. Decisivo a muchos y varios niveles. Inclusive más decisivo que cuando me vi en Pittstburgh con cien dólares a mi nombre. Mucho más decisivo que cuando me vine a Ohio. Mucho, mucho más decisivo. Y eso de alguna manera asusta.


Estos 365 días me han demostrado que me puedo desesperar como un experto y que me puedo recuperar con facilidad. Estos 365 días me han mostrado mis miedos y terrores y algunos de ellos me han mirado a la cara. Uno ya lo ha hecho: mi trabajo –que me causaba tantos sinsabores y ansiedades- ha terminado. Por obra y gracia de la maledicencia de algunos y la ira disfuncional de otros. Y no tengo otro en la mira. Nada. No tengo nada ‘en remojo’ como dicen por ahí. Y también me mudo, ve voy a Chicago, otra ciudad grande, donde todo el mundo me dice que hay algo para todos. Espero que sí, porque estoy viviendo de padrenuestros prestados y eso no dura.


Y voy a dejar pedacitos de mi corazón regados por todas partes. Porque eso es parte del trabajo, de esto que llamamos vida, de eso que llaman destino. Porque va a ser hora de replanear, de empezar otra vez, de dejarlo todo –o casi todo- atrás otra vez. Pero ya lo he hecho, ¿no? No va a ser nada nuevo. Claro que era más joven. Ahora tengo –se supone- más experiencia y debo tomar mejores decisiones. Después de todo, este tiempo no ha pasado en vano.


De manera que no tengo planes de Año Nuevo. Nada de listas y de promesas fútiles que tal vez no cumpla. Porque todo eso cae como un castillo de naipes al menor estremecimiento del destino. Porque nada es seguro. Y porque me he dado cuenta que todo pasa por una razón. Nada sucede en el vacío. Las alas de una mariposa pueden cambiar el curso del mundo, o sea que ¿por qué no el de una vida? Lo que me parecía ‘malo’ en un momento dado puede que no sea tan malo. Y lo ‘bueno’ puede que no sea tan bueno. ¿quién sabe? De manera que por lo pronto me mudo a Chicago, busco un trabajo, veo que pasa. Lo único que es constante es el cambio. O sea que ¿para que tener miedo? No vale la pena. No vale la pena apegarse a las cosas que tenemos, porque esas siempre se pueden volver a conseguir. Ni a los sitios que frecuentamos, porque pueden cambiar. No vale la pena vivir con miedo. Porque eso no es vida.


O sea, que nada de listas, de promesas, de metas que tal vez no se cumplan. Solamente la idea de que lo que venga va a ser bueno de una u otra manera.


Feliz Año. Y eso se puede interpretar de cualquier manera. Porque lo único que es seguro es que todo va a cambiar.


Besos.


Javi

2 comentarios:

  1. Uy compadre...

    La sacaste del estadio...

    FELIZ AÑO NUEVO 2009

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  2. Para Javier un sin comentarios, "cualesquier" tonteria que diga sería eso... una tonteria... TE DESEO MUCHA SUERTE... JAVIER Y CORAJE aunque siempre los has tenido...

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