lunes, 29 de diciembre de 2008
domingo, 28 de diciembre de 2008
A veces llegan cartas (10): Vivir con miedo es como vivir a medias

sábado, 27 de diciembre de 2008
¡Me calaste hondo!
Esta canción, Infinito, me llegó profundamente. La escuché por primera vez en el especial de Navidad de Televisión Española, interpretada por Raphael en la celebración de sus 50 años de vida artística. Le acompañó su autor, Bunbury, el cantante aragonés y miembro de la famosa banda Héroes del Silencio. ¡Qué hermosa letra y cuánto sentimiento!
Queriéndonos infinito,
pensaban siempre será igual
¿Cómo lo permitimos?
¿Qué es lo que hicimos tan mal?
Fue este orgullo desgraciado
que no supimos tratar.
Engáñame un poco al menos,
di que me quieres aún más,
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal,
que ninguno de esos idiotas
te supieron hacer reír
y que el único que te importa
es este pobre infeliz.
¡Me calaste hondo
y ahora me dueles!
...
Sólo quiero que una pena
se llore frente a mi ataúd:
que esta herida en mi alma
no llegó a cicatrizar
y estará desesperada
hasta que te vea llegar.
jueves, 25 de diciembre de 2008
Tras las huellas de los Reyes Magos

jueves, 18 de diciembre de 2008
Tres mil besos tarde
Como en la literatura, en el cine o en el teatro, en la música nos encontramos tantas veces con historias parecidas a las propias o a las de quienes conocemos que nos sentimos identificados con ciertas canciones o géneros. Hay lo que llamo Canciones de Amor y Desamor. Aquellas que cantan los boleros, los tangos, las baladas o la copla, este género tan español, tan andaluz, tan desgarrado, tan exagerado y a la vez tan popular.
Hoy me regalaron esta canción -espero que no lo hayan hecho con la intención de dedicármela- y se me clavó en la cabeza todo el día. Me gustó por la intérprete, que es un portento de voz. Pero especialmente por la letra, porque es una verdadera pasión amorosa. Y me gustó porque me recuerda que muchas veces llegamos tres mil besos tarde (o tres mil besos temprano) al corazón de algunas personas. Y que en otras ocasiones creemos que llegamos a tiempo; pero no, a pesar de que te reciban y te den unos cuantos besos, algo te dice que al otro (o a la otra) aun le faltan unos miles por repartir por ahí. O alguien te da un par de aquellos inolvidables, sorpresivos y desde lo profundo del alma y tienes que esperar años y cientos de besos mas por ambas partes para volverse a encontrar. Quizás no haya necesidad de romperlo todo. A lo mejor basta esperar: El mundo es pequeño y este planeta redondo gira y en su trayecto las emociones y los amores de verdad se vuelven a encontrar. Si son de verdad, insisto.
Y claro, por supuesto que hay algunos que es mejor enterrar o incinerar porque, como dice la canción, llegan demasiado tarde, cuando ya no hay lugar para ellos (porque ese lugar está felizmente ocupado o felizmente solo). Y lo mejor es pedirles que se marchen y que no vuelvan a llamar a la puerta. Para esos, mejor un adiós sin despedidas ni tristes velatorios por lo que no puede o no debe ser...
miércoles, 17 de diciembre de 2008
¡Macondo existe!

Acudí puntual a la cita, previamente obtenida por internet (cosas reales de la vida moderna). Me encontraba rodeado de colombianos, en territorio colombiano (según el Derecho Internacional), atendido por bogotanos muy amables, en un lugar impecable y cómodo. Se trataba de presentar la documentación para solicitar la nueva cédula de ciudadanía que reemplazará a la antigua a partir del 1 de enero de 2010. Tres fotos, original y fotocopias de la cédula actual (en la que aun tenía pelo y me firmaba como un chiquillo), formulario debidamente diligenciado y poco menos de media hora de espera para poner las huellas dactilares y firmar. Hasta aquí todo normal, muy moderno, muy internacional. Pocos minutos después de estos trámites, sale la amable funcionaria a entregarme el resguardo de la solicitud y me pide que no plastifique el documento y que al cabo de DOS AÑOS aproximadamente consulte por internet (otra vez la modernidad) si ya ha sido expedida.
Recuerdo cuánto se tarda en España solicitar y recibir un certificado de antecedentes penales y de policía: ¡5 minutos! Y también cuánto tardé en tramitar el DNI (Documento Nacional de Identidad) y el pasaporte español, una vez obtenida la doble nacionalidad: ¡10 minutos!
Cómo no creer que Remedios la Bella, uno de los personajes de Cien Años de Soledad, "transparentada por una palidez intensa, ascendía al cielo entre el deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban con ella a través del aire donde terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria."
miércoles, 10 de diciembre de 2008
Día Internacional de los Derechos Humanos
¡Aviva la llama!
Contra la injusticia.
Por los que no tienen alimentos, salud, educación, agua, medicinas.
Por los perseguidos.
Por los secuestrados.
Por los asesinados.
Por los pueblos masacrados.
Por lo que no tienen derecho a expresar sus ideas, sus sentimientos, sus emociones ni su sexualidad.
Contra la tortura.
Contra la dictaduras políticas.
Contra el chantaje emocional y económico.
Contra la explotación sexual y laboral.
Contra los maltratadores y maltratadoras.
Contra los pederastas.
Contra los xenófobos.
A favor de los que no tienen voz.
...
lunes, 8 de diciembre de 2008
No regret

domingo, 7 de diciembre de 2008
Otra Noche de Alumbrados... ¡pero lejos!

Pero más allá del contenido teológico, resulta evidente que la noche de las velitas es un espectáculo maravilloso porque la oscuridad del firmamento se rompe con los alumbrados de campos, pueblos y ciudades. Para mí es un recuerdo inolvidable la ciudad llena de luces simples como las de una vela, iluminando el rostro de los niños correteando de portal en portal; adultos como mi madre que guarda desde siempre una tabla de un metro y medio para pegar con su propia cera las velas de colores y evitar que le manchen el dintel de la puerta; aquellos viejos faroles de papel que colgaba del balcón de nuestra vieja casa del barrio de San Benito y que aguantaron años y años el viento de aquella esquina; las noches de muchos 7 de diciembre en que salía de prisa a ver el Desfile de Mitos y Leyendas por las calles del centro a encontrarme con los amigos; el comienzo del diciembre de Medellín, que se llena de gente, de olores a comida, de risas, de pitos, de luces, de caras alegres, de palabras desprevenidas con el transeúnte desconocido, de los comentarios siempre repetidos: "Este año los alumbrados están más lindos que siempre".

En Bogotá, además de todas las decoraciones de Navidad y la celebración de las velitas, la ciudad planea actividades nocturnas para toda la familia, muchas de las ciclovías están abiertas, museos, tiendas, y centros comerciales tienen horarios extendidos y eventos con fuegos artificiales se muestran en todas partes.
En Barranquilla se celebra principalmente en los barrios populares. La gente saluda a la Virgen iluminando las terrazas de sus casas con faroles multicolores. Muchos barranquilleros esperan la llegada del 8 al son de la música porque marca la llegada de la Navidad. Muchos se quedan despiertos a que llegue el 8 y en la madrugada de ese día se iluminan las calles con velas, velones y faroles.
En Medellín, la celebración es el día 7 de diciembre, las velas y faroles iluminan las casas y calles. Al mismo tiempo se inauguran las luces de Navidad por toda la ciudad, pero principalmente en la Avenida del Río y la Avenida La Playa. En esta última se realiza el "Desfile de Danzas, Mitos y Leyendas" en donde grandes figuras se ponen en escena. El Mohán, La Llorona, El Cura Sin Cabeza, La Madremonte, el Patetarro, y muchos más, al ritmo de la música cobran vida por algunas horas, junto a los fuegos pirotécnicos que ofrece la alcaldía como regalo a la ciudad.
lunes, 1 de diciembre de 2008
Positiva/MENTE

En estos tiempos, en estos días, se habla de los millones de infectados por el virus del VIH, de los estudios que se realizan para conseguir una vacuna preventiva y curativa, de las estadísticas, de homosexuales, bisexuales, heterosexuales. Se habla de condones, transfusiones, mitos y leyendas. Pero poco se habla de la desinformación, de la falta de educación en estos temas, de los tabúes de esta pandemia: El Sexo y la Muerte. Tampoco se habla de que, mientras en unos países los enfermos agonizan sin acceso a la medicación que les garantizaría una vida normal, en otros sobran los recursos; es decir, no se habla de las desigualdades entre varios mundos que están en el mismo planeta.
Yo me acuerdo hoy de los amigos que he perdido, de los que luchan y sobreviven a la infección, de los que ayudan a otros, de los que han soportado discriminaciones, de los que se han tenido que tragar solos su diagnóstico, de los que saben que aún merecen la oportunidad de amar y de ser amados, de los abrazos y alegría contagiosa de otros tantos. Y de los que tienen el poder para echar una mano a todos aquellos a quienes se les niega hasta un litro de suero fisiológico.
Y también me acuerdo de aquellos que ignoran (o se hacen los que ignoran) que este síndrome sólo puede atacar a tres tipos de personas: Hombres, Mujeres y Niños.
Y, sobre todo, me acuerdo de los Positivos por la Vida: los que teniendo un diagnóstico positivo, siguen con su Vida con una actitud nueva, sabiendo lo que todos sabemos y pretendemos olvidar: Que la Vida es un ratico (como canta Juanes) y que hay que vivir cada día instante como si fuese el último.