Nos enamoramos de una persona, de lo que ella representa, de lo que quisiéramos que fuera para nosotros, y estamos seguros de que ello es así. Incluso cuando esa persona nos dice con frialdad o sin ella que no quiere ese "rollo" amoroso con nosotros, que lo pasan bien pero que no están preparados para una relación seria y estable, nos montamos en la historia de que podemos llevarlo bien, con madurez, "como amigos". Y uno sigue queriendo a ese humano, y lo vuelve a ver después de semanas en la que se piensa "curado" de la pasión, del sentimiento amoroso. Vuelve a verle. Vuelven a salir. Vuelve a abrazarle. Hasta se permite flirtear y se aguanta sus flirteos. Al fin y al cabo hay que ser consecuentes. Y un buen día te confiesa que sale, está interesado o en "conversaciones" con alguien más. Y sientes un vacío en el estómago, un vértigo existencial, una sensación de que estás perdiendo a ese alguien a quien has amado, a quien quieres ahora de una manera distinta y para quien siempre estarás a su disposición.
Y, repito, como hay que ser consecuentes, le deseas lo mejor, de corazón; con toda la fuerza de tu alma quieres que lo pase bien y que no le hagan daño de ninguna forma. Porque como te ha dicho, te quiere un montón (pero quiere probar y sigue probando y buscando... ignorando tantas cosas). Pero tiene que andar sus pasos, sus caminos. Y no puedes hacer nada distinto a apoyarle y desearle que sea feliz, muy feliz, que encuentre lo que le llene y que no te olvide...
Porque lo que sientes es eso: que se va...
Y no quiero que se vaya.
"¡Si no te hubieras ido sería tan feliz!!
Todos sabemos que cuando nos dejamos cegar por el deseo de creer lo que queremos creer no hacemos sino postponer la agonia de la verdad. Nada bueno, contando con que nos estamos consolando a nosotros mismos una y otra vez, solo para aplazar lo inevitable.
ResponderEliminarUn abrazo, desde la P.M
Ya, te entiendo, pero si se va, se va... Es tontería llorar al amor perdido. si no hay química al principio ya es dificil que funcione otra vez.
ResponderEliminarA ver, tb. a veces nos volvemos comodos, nos creemos que es el amor de nuestra vida por no buscar al verdadero, pero tu gran amor, todavía está por llegar.
Vive recordando, pero no vivas para recordar, jajaa.
Bezos
Me he tomado la molestia de indexarte a mis links, siempre es muy grato leerte.
ResponderEliminarDisfruto de la malancolía de tus palabras mezcladas de rabia, confusión y dolor.
Es una lástima a veces, enamorarse de alguien que no está enamorado de uno, pero así es esto.
Por bien de todos/as, el amor debe ser mutuo.
Abrazo.
Hola,
ResponderEliminarUno cuando ama.. sueña.
Cuando sueña.. anhela
Y cuando anhela.... se engaña.
Pero eso es parte de la vida y que le vamos hacer...s
Saludos,
OE... Y ENTONCES NOS LLENAMOS DE RAZONES PARA NO ESTAR JUNTOS, DE RECUERDOS ERRADOS Y PALABRAS NO DICHAS, SIMPLES EXCUSAS PARA NO ALGO QUE SIMPLEMENTE NO PUDO SER... SNIF...
ResponderEliminarABRAZOS Y DIOS LE PAGUE...
Por eso es bueno saber desde el principio si uno esta o no esta, para luego no quedarse pensando que el engañado es uno y no el otro.
ResponderEliminarAl fin y al cabo el engañado siempre es uno, pero es uno es el que se engaña, las señales siempre estan ahi, es uno el que debe creer que es asi y no engañarse.
Pero nunca lo entendemos y seguimos creyendo que algun dia sera....sera...