domingo, 15 de marzo de 2020

Reflexión para épocas de coronavirus




Sí, hay miedo.
Sí, hay aislamiento.
Sí, hay compras de pánico.
Sí, hay enfermedad.
Sí, incluso hay muerte.

Pero...

Dicen que en Wuhan después de tantos años de ruido puedes escuchar a los pájaros de nuevo. Dicen que después de unas pocas semanas de silencio el cielo ya no está lleno de humos, pero azul, gris y claro.

Dicen que en las calles vacías de Assisi la gente está cantando desde sus casas y sus balcones, manteniendo sus ventanas abiertas para que los que estén solos puedan escuchar las voces de las familias a su alrededor.

Dicen que un hotel en el oeste de Irlanda frece comidas gratis y las entregan a domicilio. Hoy una joven que conozco está ocupada repartiendo por el barrio volantes con su número de teléfono para que los ancianos puedan tener a alguien a quien llamar.

Hoy iglesias, sinagogas, mezquitas y templos se están preparando para dar la bienvenida y proteger a los desamparados, enfermos y cansados.

En todo el mundo la gente se está desacelerando y reflexionando. En todo el mundo, las personas miran a sus vecinos de una manera nueva. En todo el mundo la gente está despertando a una nueva realidad. A lo grande que realmente somos. A qué poco control tenemos realmente. A lo que realmente importa: ¡AMAR!

Entonces rezamos y recordamos que sí, hay miedo. Pero no tiene que haber odio. Sí, hay aislamiento. Pero no tiene que haber soledad. Sí, hay compras de pánico.Pero no tiene que haber egoísmo. Sí, hay enfermedad. Pero no tiene que haber enfermedad del alma.Sí, incluso hay muerte.Pero siempre puede haber un renacimiento del amor.

Despiértate eligiendo como debes vivir hoy. Hoy respira, haz una pausa y escucha. detrás de los tormentos de tu miedo los pájaros cantan de nuevo, el cielo se está despejando, la primavera está llegando, y siempre estamos rodeados de amor. Abre las ventanas de tu alma y aunque no puedas pisar la calle vacía, ¡Canta! ✨

Fray Richard Hendrick, OFM
March 13th 2020

1 comentario:

  1. Tambien se ve como las corporaciones pueden dejar de exprimir a los consumidores cuando se Dan cuenta que los pueden perder. Tambien se ve que podemos -y tenemos que- pensar en el bien comun.

    Mil picos. Aislada, desde la puta mierda.

    XoXo

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