-"Cuando mires a tus compañeros, procura verte a ti mismo", dijo el maestro japonés Okakura Kakuso.
-¿Pero, esto no es egoísmo?, preguntó el discípulo.
-"Vemos la maldad en los otros porque conocemos la maldad a través de nuestro propio comportamiento. Nunca perdonamos a aquellos que nos hieren porque creemos que jamás seríamos perdonados. Decimos la verdad dolorosa al prójimo porque la queremos esconder de nosotros mismos. Nos refugiamos en el orgullo para que nadie pueda ver nuestra fragilidad. Por eso, siempre que estés juzgando a tu hermano, ten conciencia de que eres tú mismo quien está ante el tribunal".
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