Contracorriente

Contracorriente (2009) es una película co-producida por Perú, Colombia, Francia y Alemania, que ha obtenido más de cuarenta premios internacionales, escrita y dirigida por Javier Fuentes-León.

Miguel es un joven pescador de Cabo Blanco, un pequeño pueblo de pescadores en la costa norte del Perú, donde existen tradiciones muy arraigadas con respecto a la muerte. Miguel está casado con Mariela quien se encuentra embarazada del primer hijo de ambos. Pero Miguel mantiene un romance secreto con otro hombre, Santiago, un pintor de la capital que vive en el pueblo desde hace un año y que es rechazado por los pueblerinos por ser agnóstico y abierto acerca de su homosexualidad.

Santiago se ahoga accidentalmente en el mar y regresa después de muerto a pedirle a Miguel que busque su cuerpo y lo entierre de acuerdo con los rituales del pueblo. Es la única manera como su alma puede descansar en paz y no vagar para siempre en este mundo. Miguel se encuentra en una encrucijada ya que de acuerdo con la tradición, solo el hombre más cercano al difunto debe hacerse cargo de ese entierro. Si lo hace, estaría reconociendo públicamente su relación con Santiago y arruinando su matrimonio y si reputación. Si no lo hace, está condenando a su amante a vagar eternamente sin descanso.

Miguel se ve obligado a afrontar las consecuencias de sus actos y a aceptar quién es él verdaderamente, aunque al hacerlo exista la posibilidad de perder a las personas que más quiere.

¿Por qué me gustó?

Porque es triste. Porque habla del Amor, de la entrega, de la pasión. Porque habla de seres humanos normales, que aman a otros seres humanos normales. Porque no hay buenos al 100% ni malos al 100%. Solo personas que actúan de acuerdo con sus circunstancias y sus vivencias. Porque tiene una excelente música (el tema final del colombiano Celso Piña con Café Tacuba es maravilloso). Y porque hay momentos en que retrata la vida misma, con ese realismo mágico tan grabado en la memoria colectiva latinoamericana.

A placer,

puedes tomarte el tiempo necesario

que por mi parte yo estaré esperando

el día en que te decidas a volver

y ser felíz como antes fuimos.

Se muy bien,

que como yo estarás sufriendo a diario

la soledad de dos amantes que al dejarse

están luchando cada quien

por no encontrarse...

Y no es por eso

que halla dejado de quererte un solo día

estoy contigo aunque estes lejos de mi vida

por tu felicidad a costa de la mía.

Pero si ahora tienes,

tan solo la mitad del gran amor que aun te tengo

puedes jurar que al que te quiere lo bendigo

quiero que seas feliz... aunque no sea conmigo...