Señor, ten misericordia de nosotros, los gays desamparados, y otórganos el perdón que tu Iglesia nos ha negado.
Haz entender a tus sacerdotes que ser gay no es un pecado, que está en nuestra naturaleza;
que amamos a los hombres como a nosotros mismos, como Tú nos has enseñado;
que no hay maldad en un cuerpo desnudo (...);
que buscamos el Amor como todos los demás;
y disfrutamos con el sexo como el resto de la humanidad,
que es el mejor regalo que tú nos has dado...
Haz que la jerarquía no nos tenga tanto odio,
odio lleno de hipocresía,
pues sabemos perfectamente que ellos pecan de lo mismo que tanto critican.
Concédenos el placer que obtenemos a nuestra manera,
respetando a los demás
y cantando tus alabanzas ante la belleza del cuerpo del hombre.
Ahora, y en la hora...
Ahora, y en la hora...
Amén.
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Este texto lo he tomado de El blog que Thiago, con su autorización. Muy adecuado para estos tiempos Pascuales y de tantos escàndalos en el seno de la Iglesia Católica. Aunque, según me cuenta Thiago, su oración ha levantado ampollas, pienso que es un bello sentimiento el que expresa aquí. Todos somos obra de Dios, parte suya, hijos suyos, y nos ama tal y como somos.
Estupendo post!
ResponderEliminarA mi me gustó la entrada, y no creo que para nada fuera blasfema... más lo es mantener curas que han cometido un delito y eso lo hace la iglesia.
ResponderEliminarUn beso cielo
Gracias, cari, por recoger mi post. Creo que era una oración muy sensible y creyente a pesar de venir de mi mismo, ateo y gay. Aún así me ha costado algún disgusto, pero bueno.
ResponderEliminarYa ves la postura de la Iglesia con la que está cayendo, escondiendo la cabeza bajo tierra, Bezos.
Bello post, muy acertado
ResponderEliminarMe uno a la oración... Amén
ResponderEliminarMe vas a perdonar, pero ese Dios del que hablas está en el psicólogo: Todo lo que crea se le muere...
ResponderEliminarSe burlan de la oración?
ResponderEliminarNo tengo nada en contra de los homosexuales, pero no me gustaría que esta "oración" fuera una broma ya que se burla de algo tan serio como la oración.
Sobre el rachazo de la iglesia a los homosexuales, creo que Dios es quien juzgará al final. Me juzgará a mi, a ti, a los gays y a los sacerdotes también.