domingo, 18 de enero de 2009

Asqueado

En estos días de la tan cacareada "crisis económica mundial" o "desaceleración de la economía", da grima leer los diarios o mirar los noticieros. Si, que la crisis, los desempleados por las bajas producciones en las fábricas (sobre todo en las de coches), que el poco gasto de las familias, la guerra en la franja de Gaza, los secuestros express, los robos en las casas, la violencia callejera, los fraudes en los bancos, las burbujas inmobiliarias... y una larga lista de quejas, dolor, reclamos, vergüenzas...

Y me encuentro hoy en la revista dominical, que leo con la intención de apartarme de las noticias en blanco y negro, o grises, con las siguientes perlas:

" -¿Y cuál es la ilusión más exquisita que puede venderme?
-Un maletín de ejecutivo hecho en piel teñida con polvo de diamante, que lleva dentro una estilográfica y un mechero, ambos lacados artesanalmente en China.

-...La exclusividad es parte del lujo. Lo que no es inusual no es lujo.

-Deme una idea para regalar y quedar como una reina, sin que me tiemble el bolsillo.

-Para una mujer, una joya; y si es exclusiva y novedosa, mejor.

-¿No le dan pena los pobres?
-Muchísima, pero trabajar en el mundo del lujo no significa ser rico."

Álvaro Alonso, director general del Grupo Farlabo,
empresa dedicada al mundo del lujo.
En Revista XL Semanal.

En la tónica en que hablo hoy, Carmen Posadas, en la misma publicación, justo en la página anterior, habla de las friboludeces de los millonarios y excéntricos.

"Kate Moss quiere dejar a su hija como legado sus vestidos de alta costura, especialmente el modelo Shampoo. Los Beckham confiesan haber contratado por 1800 dólares a alguien para que abriera sus regalos de estas fiestas... Existen empresas que están haciendo su particular agosto ofreciendo (...) másteres y cursos especiales para 'ricos venidos a menos' en los que se enseña que lo importante es seguir derrochando para dar la impresión de que todo va viento en popa 'porque dinero llama dinero y nadie quiere codearse con perdedores'"

Carmen se pregunta, como yo, "si tanta estulticia es producto de na indeleble frivolidad o si se trata de los últimos y muy patéticos estertores de una sociedad decadente. Que es hora de cambiar la deplorable escala de valores que se había instaurado en las sociedades ricachonas del primer mundo en las que se adoraba al becerro de oro, mejor dicho, a los becerros y demás animales imbéciles (léase Paris Hilton o Vicky Beckhman) a lo que hemos convertido en ídolos."

Lo mejor de las crisis, concluye Carmen, es que no son otra cosa que purgas, repentinas, temibles o dolorosas, pero también son depurativas, y curativas de tanta pavada y de tantas friboludeces.

Y agrego yo, que nos sirvan para dejar de hablar "güevonadas" (en el más puro parlache colombiano) como lo caras que están las angulas y los percebes para nochevieja (uy, a 600 euros el kilo, pero hay que comprarlos), que este abrigo es del otoño pasado y ya no puedo ponérmelo (no porque esté gorda como un tanque sino porque ya no está actual y fashion). Que sirva esta dichosa crisis para que muchos se acuerden que aún en el llamado primer mundo, donde nueve de cada diez juguetes termina en el vertedero, hay gente que pide en las calles, que no tiene abrigo, que vive debajo de un puente o duerme en un cajero automático (qué ironía, justo al lado de millones de euros), que no sabe qué son las angulas... Y eso que los que hablan y actúan con tanta frivolidad e insensibilidad sí la tienen para ponerle comida diariamente a los gatos callejeros.

¡Qué asco y qué náuseas siento!

2 comentarios:

  1. Justo ahora me he acabado de ver El diablo viste a la moda..... Sin palabras amigo.
    BEsos desde mi lejana galaxia

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  2. hmmmmmmmmm
    vine a ver q habia de nuevo....
    besitos desde mi lejana galaxia...

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