martes, 18 de noviembre de 2008

Dilo Hoy

(Autor desconocido)
Había una vez un chico que nació enfermo. Una enfermedad que no tenía cura. Con 17 años podría morir en cualquier momento. Siempre vivió en su casa, bajo el cuidado de su madre. Ya estaba harto y decidió salir solo por una vez. Le pidió permiso a su madre y él aceptó.

Caminando por su calle vio muchas tiendas. Al pasar por una de música y ver el aparador, notó la presencia de una niña muy tierna de su edad. Fue amor a primera vista. Abrió la puerta y entró sin mirar nada que no fuera ella. Acercándose poco a poco, llegó al mostrador donde se encontraba ella.

Ella lo miró y le dijo sonriente: "¿Te puedo ayudar en algo?", mientras él pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida Sintió deseos de besarla en se mismo instante. Tartamudeando le dijo: "Sí, eeehhh, uuuhhh... me gustaría comprar un c.d.". Sin pensar, tomó el primero que vio y le dio el dinero. "¿Quieres que te lo envuelva?", preguntó la niña sonriendo de nuevo. Él respondió que sí, moviendo la cabeza; y ella fue al almacén para volver con el paquete envuelto y entregárselo. Él lo tomó y salió de la tienda. Se fue a su casa, y desde ese día en delante visitó la tienda todos los días para comprar un c.d. Siempre se los envolvía la niña para luego llevárselos a su casa y meterlos a su clóset.

Él era muy tímido para invitarla a salir y aunque trataba, no podía. Su mamá se enteró de esto e intentó animarlo a que se aventara, así que a siguiente día se armó de coraje y se dirigió a la tienda. Como todos los días compró otra vez un c.d. y, como siempre, ella se fue atrás para envolverlo. El tomó el c.d. y mientras ella no estaba viendo, rápidamente dejó su teléfono en el mostrador y salió corriendo de la tienda.

...riiiiinggg... Su mamá contestó:

"¿Bueno?". Era la niña que preguntaba por su hijo. La madre desconsolada comenzó a llorar mientras decía: "!Qué, no sabes?... ¡Murió ayer!". Hubo un silencio prolongado, excepto por los lamentos de su madre.

Más tarde, la mamá entró en el cuarto de su hijo para recordarlo. Ella decidió empezar pro ver su ropa, así que abrió su clóset. Para su sorpresa se topó con montones de c.d. envueltos. Ni uno estaba abierto. Le causó curiosidad ver tantos y no se resistió. Tomó uno y se sentó sobre la cama para verlo; al hacer esto, un pequeño pedazo de papel salió de la cajita plástica. La mamá lo recogió para leerlo y decía: "¡Hola!, estás super guapo. ¿Quieres salir conmigo? T.Q.M., Sofía." De tanta emoción, la madre abrió otro y otros pedazos de papel en varios c.d. y estos decían lo mismo...


Moraleja: Así es la vida. No esperes demasiado para decirle a ese alguien especial lo que sientes. Díselo hoy. Mañana puede ser muy tarde.

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¿Ahora entendéis por qué no me corto en decir a quienes quiero que los quiero, aunque ya lo sepan?

1 comentario:

  1. ...tienes razón, esta vida es muy corta para perder el tiempo, vive e intenta disfruta de todo aquello que te haga feliz... un saludo

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