...antes que vaciar mi vida..."
(El breve espacio en que no estás).
Sigue buscando. Quiere encontrar un amor, un amante que le llene, que le haga feliz, no un protector, pues ya se cansó de relacionarse con figuras paternas. Busca un compañero, un aliado, un cómplice... No alguien con quien estar sin la seguridad del enamoramiento, de aquello que llaman mariposas en el estómago. Entretanto, ha andado a tientas, dejando en cada encuentro íntimo, en esos de una o dos noches, o en los de varios meses con sexo semanal, un pedacito de su corazón. Ha ido venciendo sus miedos poco a poco y sigue en su personal lucha. Ahora tiene sueños, metas, ilusiones. Ahora está tratando de rehacer su vida, de liberarse de fantasmas, de equivocaciones -tan humanas-, de malas elecciones.
Le veo de lejos. No olvido sus ojazos azules. Ni su deliciosa voz. Ni dejo de sentirme querido con sus halagos, con una cena tranquila y relajada. Me encanta darle un abrazo fuerte, en una plaza o en un bar. Me sonroja que me diga que está orgulloso de mí. Y me entristece no ser yo quien le dé lo que busca. Le extraño. Le quiero un montón. Pero seguiré Amigo. Tratando de comprenderle. Por su humanidad, por ser tan semejante y tan diferente a mí. Por haberse cruzado en mi camino. Y porque no me estorba. Antes bien, porque es una grata compañía.
Ah, el anhelo. Es adictivo y tan peligroso como la peor de las drogas. Que hacer, digo? Que hacer?
ResponderEliminarXOXO
No más puedo sonreir y sentirme tambien orgulloso de ver que las cosas han llegado a done tenían que llegar, y sobre todo que llegaron bien.
ResponderEliminarY tu estás bien...eso me alegra más.!!!!!!
Inmejorable… con dos breves párrafos te has lucido… y de que manera!
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