martes, 15 de agosto de 2023

Carta a mi madre el día de mi cumple

Mamá: 


Hoy es mi cumple y lo que celebro no es que yo haya nacido sino la bendición de Dios al elegirte para ser mi madre. Hago memoria de estos 63 años y hay cientos de recuerdos de lo que nos has regalado con inmensa generosidad a mis hermanos y a mí. No hay día, sobre todo desde que vivo en España, que no diga a alguien: como me enseñó mi mamá o como decía mi mamá. 

A veces salen del corazón hasta la mente muchas imágenes tuyas. Cuando estando muy pequeño me ponías sobre tus pies para guiar mis primeros pasos de baile. Y es que eras una excelente bailarina, a la que recuerdo haciendo coreografías de rock and roll con algún primo de mi padre. Y aquellas tortas caseras que batías a mano, nos pedías ayuda y luego nos repartías equitativamente la masa sobrante en la totuma y en tus dedos. 

Te recuerdo llevándonos a la Procuraduría de los Hermanos a comprar la lista de cuadernos, libros y útiles escolares y luego sentarnos en la mesa del comedor para fórrarlos y prepararlos. Te recuerdo a las 5 de la mañana, cada día del año escolar, haciendo arepas, sacando a tus tres niños semidormidos de la ducha, llevándonos a la esquina a esperar el bus del colegio… y quedarte en casa recogiendo, limpiando, lavando, planchando, esperándonos con el algo para acompañarnos a hacer las tareas. Te recuerdo enseñándonos a ser obedientes, disciplinados, respetuosos, responsables, piadosos… 

Cuándos rosarios de aurora (incluso los sábados), las caminatas al Santuario del Niño Jesús de Praga que te pegaste para pedir por la salud de Claudia y de Sergio y para agradecer que ganábamos el año escolar. 

Cuántas cosas has aguantado por nuestro bienestar. Tú más que nadie las sabe. Siempre que oigo la frase del Evangelio que dice que la Virgen María conservaba todas esas cosas meditándolas en su corazón, me digo: “como mi mamá”. No hay nada en el mundo que pueda compensar tus sacrificios por nosotros tus hijos. Pero sobre todo, sé de tus silencios, de tu paciencia, de tu darlo todo. 

Mi madre, tú, nos ha dado los regalos más grandes: La vida y la libertad de vivirla. Nos has apoyado, nos has dejado volar a nuestro aire, siempre bendiciéndonos, sin cuestionar, aconsejando y siempre poniéndonos bajo el manto de tu amada María Auxiliadora. Y no dudo que tus santos, tus vírgenes y tus Niños Dios te escuchan y te conceden lo mejor para nosotros.

 Mi mamá es tan grande que siempre me dice que está bien, porque no quiere que nos preocupemos por ella. Mi madre siempre está de buen humor, siempre tiene una risa, siempre se despide con un chiste cuando la llamo, siempre mantiene el ánimo en alto. Mi madre nunca, nunca, nunca, ha hablado mal de nadie, nunca ha sido una criticona, es una mina de perdonar a quien le pueda hacer daño, siempre excusa a los demás y nunca ha sabido guardar rencor. 

Mi madre es grande, generosa, puro Amor. ¡Cómo no estar orgulloso de ella! Cuando nacemos dicen que nos dan a luz. Y a ti te pusieron el nombre más adecuado: Lucía, a veces te hemos llamado Lucero. Porque eres Luz, porque siempre brillas, como el sol en la mañana o el lucero que sigue a la luna llena en la noche. 

Mi mamá es muy linda, en las fotos de joven, en las de su boda, en sus viajes por el mundo y hasta en pijama en una clínica. Pero es aún más hermosa por dentro. Porque concibió a sus tres hijos y los hizo gente de bien. Y porque ha dejado huella por donde ha pasado. Todo aquel que la conoce la quiere y la admira. Aunque no hablen su idioma, porque basta mirarse en sus ojos para comprender la pureza de su alma.

 Mi madre es tan grande que, estoy seguro, llena y llenará las ausencias que podamos llevar en el corazón. 

Gracias mamá, por ser mi mamá. Dichoso mi padre que te amó siempre. Dichosos los frutos de tu ser.

 ¡Dios bendiga a la madre que me parió! 


15 de agosto de 2023

1 comentario:

  1. Me has hecho llorar.
    Lágrimas de las buenas.

    Mil besos mana.


    La negri, desde la PM.

    XOXO

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