martes, 31 de agosto de 2021

Sobran libros de autoayuda y faltan huevos (o cojones).

Artículo de Carlos Ortiz Sinchidrian.


En diciembre de 2013 detectaron leucemia a mi madre y después de 4 meses de lucha día a día, con una sonrisa y sentido común aplastante como siempre había tenido, y de la mano de un sacerdote santo, una infección le ganó la batalla y se fue al cielo el 11 de marzo de 2014. Después de ese día -viviendo el duelo que lógicamente tuve que pasar- me di cuenta de que realmente estamos de paso. No me había pasado con otras personas, amigos o familia que se habían ido ya. Sin embargo, con la muerte de mi madre, asumí que hemos de querer con pasión a las personas que Dios nos va poniendo en nuestro camino y aprovechar al máximo el tiempo que tenemos con ellos. Que la alegría es una virtud que se logra mirando al cielo y sabiéndose pequeñito en manos de alguien muy grande que nos quiere al cabo de un “tiempo de paseo” por la tierra, mirando a los ojos a las personas que queremos.

Cisco García:
Tenista. Abogado. Rider. Viajero. Conferenciante.
(Ni minusválido, ni limitado físico).


Hace no mucho, me encontré virtualmente con Cisco García (@ciscogarve); un tenista cordobés que acabó en silla de ruedas tras una caída haciendo snowboard. Desde hace poco más de dos meses, le sigo en su cuenta de Instagram y día a día hace que vea la vida de otra manera, que valore cada paso que doy adelante, y también, cada paso que doy hacia atrás; pues de cada error que cometo aprendo y saco algo positivo. Creo que no he visto ninguna de sus insta-histories o fotos en las que no salga con una sonrisa de oreja a oreja. Y una de ellas…me ha hecho pensar mucho.

Cuenta en una de las historias de Instagram, que por la calle le regalaron un libro de motivación. Se subió al coche con su mujer y delante de la cámara de su móvil dijo una frase que, a pesar de que quizá no es para escribir aquí, me ha hecho pensar “…faltan huevos y sobran libros de motivación”. ¡OLÉ! 

¿Cuántas veces hemos oído los términos motivación intrínseca y extrínseca? Y los que nos dedicamos a la educación, mi hijo no está motivado por culpa de… Y así, un largo etcétera que cada vez se va metiendo más y más en las cabezas de los niños, adolescentes, padres, madres, profesores.

Echad la vista atrás, y mirad cómo han sacado adelante a nuestra familia nuestros padres, abuelos y bisabuelos. ¿Motivados? No sé.

Ahora bien, lo que sí tenían es coraje y fuerza para día a día sacar fuerzas de flaquezas, y seguir adelante. A pesar de no estar del todo a gusto en su puesto de trabajo, o de haber discutido con su cónyuge, o de tener mil y una cosas en la cabeza, seguían adelante. 

El Real Madrid campeón de Europa por decimotercera vez; y lo celebré y lo sigo celebrando. Pero ¿y estos grandes deportistas discretos y alegres? ¿De verdad necesitan libros de autoayuda o de motivación? Permitidme que diga que no. Ellos sacan la alegría y las fuerzas de valorar la vida como viene y con más alegría si cabe que muchos que no han tenido ninguna "desgracia" en su historia. De darse cuenta de que es cuestión de echarle hu****, y no de creerse mejor o peor que nadie.

Los que nos dedicamos a la educación, observamos día a día como nuestros alumnos vienen desde los 6 años, “dopados al colegio”, habiendo visitado muchos gabinetes psicológicos, psiquiátricos y de muchos tipos mas. Cientos de pastillas, ansiolíticos, píldoras manipuladoras de los neurotransmisores, circulan por su sangre y van como zombies por la vida escolar…

Fortaleza, así se llama la virtud/competencia/habilidad o como queramos llamarlo que hay que formar desde muy pequeños. Negarse a uno mismo no es masoquismo, es garantía de éxito en el camino de la vida. Recomiendo vivamente la lectura de un libro de Antonio Fuentes Mendiola que leí hace muchos años y vuelvo a leer de vez en cuanto, La fortaleza de los débiles. Ejemplifica su exposición entre los primeros cristianos; el Espíritu transformó sus flaquezas en fortalezas. ¿No es esta, también, la misión de la educación?

No está motivado, tiene estrés, baja tolerancia a la frustración, y un sin fin de apodos que vamos poniendo a una enfermedad muy de moda que si se llamase por su nombre, otro gallo cantaría: “faltan huevos y sobran libros de motivación”. 


2 comentarios:

  1. Tanta gente que puede servir de ejemplo!
    Vamos, que a veces si es cuestión de cojones.

    Mil besos.
    La Negri, desde la PM

    XOXO

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  2. A. Espero que estés bien. Me he acordado mucho de tí siempre. Sigue escribiendo. Sigue con tu pasión que es el periodismo.

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