¿Y si apagaras el móvil? ¿Y si desconectaras la tablet? ¿Y si escucharas más los gritos silenciosos de los solitarios? ¿Y si te interesaras por las historias de tu padre o de tu abuelo, aunque te las haya contado mil veces? ¿Y si contaras tus cosas a los de casa? ¿Y si recordaras que tienes dos oídos y solo una boca? ¿Y si miraras al frente, a las personas, y no a las pantallas? ¿Y si...?
Y que tenga que ser IKEA la que nos recuerde que hay gente de carne y hueso que merece nuestra atención! Es que te digo!
ResponderEliminarMil picos.
La negri, desde la PM