Rescatando el sentido de este día de entre las insulsas calabazas y falsas telarañas, propongo un brindis por lo que ya no están. Por los abuelos, padres, tíos, primos, hermanos... Por los amores que se fueron tan de mañana. Ya son polvo de estrellas pero mantienen sus lares en nuestro corazón. A todos y cada uno de ellos, un cálido recuerdo y tres palabras: Gracias, Perdón y Os Quiero.
Por los que no están con nosotros. Por los que faltan y dejaron su ausencia escrita en recuerdos. Por aquellos que dejaron de ver nuestros ojos y nosotros los suyos, por aquellos que el corazón les falló y dejaron de escribir notas en la partitura de nuestra vida. Por aquellos que prometieron ser felices y murieron luchando por conseguirlo, por aquellos que no llegaron a serlo y por aquellos que murieron con una sonrisa en la cara tras años y miles de recuerdos vividos.
Acordémonos verdaderamente de ellos, los Santos de nuestras vidas.
Salud! Yo creo que todos nuestros Santos siguen viviendo con nosotros. En la foto que aparece en una caja de carton, en el súbito recuerdo, en esa forma de alguien caminar en la distancia, en una sonrisa en la multitud... claro que no sobra que tengamos un día para pensar en ellos.
ResponderEliminarpicos, desde la PM
la negri