martes, 17 de abril de 2018

Que nadie te ame como yo

Espero que a las personas que yo amo nadie las ame como yo. Ojalá las amen más y mejor, con más recursos y menos carencias, y más abrazos y más conciertos y más "Te traigo agua?" por las noches.

Ojalá las amen muchos y muchas, y las lleven a teatros y parques y camas con brazos de "Yo te cuido esta noche". Porque yo las amo tanto, y quiero que otras y otros aprendan a amarlas también. Porque el amor suma, no resta. No, el amor nunca resta. La principal característica del amor es que se extiende, que busca propagarse, retroalimentarse, nunca quedarse estático.

El amor es terrible cuando se nos encharca en la herida, cuando no fluye, cuando no crece.

Pero qué maravilla cuando la madrugada nos encuentra medio cómplices, medio amantes, medio amigxs, y con gestos dulces nos besamos la mitad de las heridas que intuimos en la/el otrx.

Esa es mi visión, no la de mis catorce años donde la noche me descubría medio rota, medio enferma, medio llena.
Hay que dar, y dar mucho, que el amor, cuando es amor, cuando está sano, cuando aún hambriento no padece, no se acaba, no se seca.

Y ojalá las y los amen con todo eso aparte de lo mío, de lo que nunca seré porque no busco ser, con palabras que en la vida se me ocurrirán, con chistes y carismas que serán el sello personal de cada quién, con otros ojos que las y les ayuden a ver hasta dónde mis miras se quedan cortas, y que si yo construyo una ventana otrx plante un balcón y otrx una pista para aviones y otrx les junte plumas para que sus alas sean más bonitas y vuelen más alto.

Acqua Toffana

1 comentario:

  1. La cosa es que el amor es tan variable y tan indefinible. Quisiera uno dar y recibir tanto como se pueda. Tremenda frase: "El amor es terrible cuando se nos encharca en la herida".

    Nos seguimos leyendo.

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