Hermoso. Créeme que lo siento en mi cuando escucho una cumbia, un bambuco, un mapalé, una zarzuela, una quena andina, un clásico de Beethoven o de Mozart, y ni qué decir de un Shemá Israel en hebreo. Lo anterior por decir que yo también me reconozco un poco de aquí, de allí y, sobre todo, de algún lugar. Mientras tanto... aquí!
Hermoso. Créeme que lo siento en mi cuando escucho una cumbia, un bambuco, un mapalé, una zarzuela, una quena andina, un clásico de Beethoven o de Mozart, y ni qué decir de un Shemá Israel en hebreo. Lo anterior por decir que yo también me reconozco un poco de aquí, de allí y, sobre todo, de algún lugar. Mientras tanto... aquí!
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