Golpe frío. Golpe seco. Golpe brusco. Golpes que nos arrastran, nos encuentran. Nos golpeamos. Dos cuerpos que se no se esperan ni se conocen, tienden a golpearse más que a tocarse. La acción de golpear es rápida, brusca, oportuna y ocurrente como una explosión que sale del cuerpo de un modo inesperado, pero contundente. Y ha sido golpe a golpe como nuestros cuerpos han ido cobijándose, como un bosque cobija los árboles, hasta llegar a compartir su intimidad, como si de una bolsa marsupial se tratase.
Grupo Seitacate (Andalucía, España). Visto en Danzatrayectos, Zaragoza, 2015.
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