Amigo Jesús:
Gracias por tu venida al mundo,
a mi vida.
Celebro lleno de gozo
tu presencia con todos nosotros.
Gracias por la Tierra,
el sacrificio y el dolor,
la tristeza y la angustia
que compartes con cada hombre.
Gracias también por la alegría y la Fe,
por el placer de ser,
por el don de existir,
por la esperanza grande y pequeña,
cerca y lejana.
Gracias por la plenitud y la Vida.
Navidad para ti es nacer
como hombre frágil en la tierra
para que nazca en mí
todo sentimiento y afecto bueno,
firme e imperecedero para mi cielo eterno.
Quiero ser como Tú,
que eres un Dios-con-nosotros:
que yo sea un hombre con Dios.
Que tu nacimiento, ¡Oh Jesús!
haga brotar en mi corazón
un granito de Amor,
una semilla de plenitud,
un profundo deseo de servicio
y haga de mi vida
una ofrenda para los que me buscan y me necesitan.
Y en mi mente, tu Espíritu
haga surgir un sutil
pensamiento de trascendencia.
Señor Jesús, te presento
mi cuerpo, mi corazón y mi mente
como lugar y espacio
lleno de ternura
para tu nacimiento
esta Navidad.
P. Germán Baumgrats, S.V.D.
Muy bonita oración. Si no me equivoco vives en Zaragoza, como yo. Que pases felices días.
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