Frases irrefutables de madres colombianas

Acabo de encontrarme en un cuaderno que pensaba limpio, una recopilación de frases típicas del exagerado genio de las madre colombianas. Frases más que exageradas, lapidarias, irrefutables, que han pronunciado estas mujeres líderes del hogar para mantener a raya a sus hijos. Quizás sean más entendibles por aquel lado del Atlántico, pero como en todas partes se cuecen habas, seguro que en la otra orilla habrá muchas equivalencias. No las explico, porque chiste o exageración explicada pierde la gracia. Muchas gracias, Niko, por el regalo.

Mientras usted viva en esta casa se hace lo que yo diga, carajo!

Con las manos consagradas al Corazón de Jesús

Haceme la caridad

Aquí sentada enredando hilo

La cara en gloria y el culo en pena

Negro con saco, se pierde el negro y se pierde el saco

¡Como está de inmoral!

Llegaron donde había

¡Nos mató este viaje al mundo!

Caranga resucitada pica muy duro

Una muerta de hambre

¡Cómo no moñito!

¡Callá la boca!

Aunque la mona se vista de seda, 

mona se queda.

Gallinazo no come alpiste

¡Ni de bambas!

Un día de estos se levantan y no me van a encontrar, 

y a ver qué hacen

Como aquí tienen a la sirvienta que les hace todo...

Todo lo que me he sacrificado por ustedes 

y miren cómo le pagan a una

¿Ese es el ejemplo que le está dando a sus hermanos?

Usted no se manda solo. 

Cuando trabaja y se mantenga, hablamos.

¡Ustedes me van a volver loca!

Es mejor que se vaya comido, 
porque uno no sabe con qué le van a salir.

¿Usted cree que esto es un hotel?

Mire, Nicolás Fernando, 

no me conteste ni me levante la voz.

Mijo, ¿usted sí está comiendo bien?

¡Con Usted todo es una lucha!

¡No hay poder humano!

Estas no son horas de llamar a una casa decente

¡Se lo dije!

El teléfono no es para hacer visitas

Eso era que no le convenía: 
¡Lo de uno es de uno!

¡En la casa arreglamos!