lunes, 29 de septiembre de 2014

A los catorce años de emigrar



Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias...
Sabe que la lucha es cruel
y es mucha, pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta entender:
que uno se ha quedao sin corazón...
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
a un amor que lo engañó...
¡Vacío ya de amar y de llorar
tanta traición!

Letras de tangos. Remembranzas de un viaje emprendido hace ya catorce años con un equipaje lleno de ilusiones, de planes, de enamoramiento. Luchas, faenas, cambio de perfiles. Andar y andar los caminos. Bajar las expectativas pero no la guardia. Ojos abiertos y oídos despiertos. Mudanzas en metro. Buscar y buscar. Llamar sin tener respuesta. Cambio de paisaje. Amar y ser amado y defraudado. Amigos viejos, de toda la vida, reencontrados en una céntrica plaza. Amigos que se quedaron y siguen aquí, bien dentro del alma. Amigos nuevos. Temporales unos, permanentes y leales otros. Amores nuevos. De los buenos como tú. De los que no fueron eternos porque eran llamas. Vidas que se fueron, ay, amor, tan sólo en un suspiro. Ganas de sentarse y ver la vida pasar, de dormirme este viernes y despertar el domingo. Logros más íntimos que públicos. Lágrimas, muchas lágrimas. Sonrisas de oro. Sencillez. Vivir con poco y a veces a medias. Entierros de orgullos y pretensiones. Un día a la vez.  No adivinar el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando un retorno. Brillo en la mirada. Ojos que no miran. Recelo por lo que llega. Corazas de caballero oxidado. Ser feliz poco y con poco. Seguir andando, sin saber por qué motivo ni hasta cuando....


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